La vigésimo segunda edición del partido de Aspanoa ha vuelto a demostrar la gran solidaridad que los aragoneses tienen con los niños con cáncer. A falta del recuento definitivo, la Asociación calcula que ha vendido algo más de 22.000 entradas, una cifra superior a la media de los últimos años. Este año, se ha homenajeado al Colegio de Enfermería de Zaragoza. Su presidente, Juan José Porcar, ha hecho el saque de honor junto con un grupo de niños de Aspanoa.
En el palco han estado, entre otras autoridades, el presidente de Aspanoa, Miguel Casaus; el consejero de Servicios Públicos del Ayuntamiento, Alberto Cubero; la directora general de Derechos y Garantías de los Usuarios del Gobierno de Aragón, Ros Cihuelo; el director general de Personal y Formación del Profesorado, Tomás Guajardo; o el director general de Planificación y Formación Profesional, Ricardo Almalé.
En esta ocasión, los veteranos del Real Zaragoza jugaban contra los del R. C. D. Espanyol. Los aragoneses han perdido 0-3 pese a que el partido ha estado muy disputado. Al descanso se llegó 0-1 y, en los minutos finales del encuentro, el Espanyol logró marcar dos goles en pocos minutos para certificar su victoria.
El partido ha estado marcado por la lluvia y, por ello, la asistencia al estadio se ha resentido. Finalmente, han acudido unas 6.000 personas. Desde Aspanoa, no obstante, se hace una valoración muy positiva del partido porque la venta de entradas ha ido mejor que en ediciones anteriores y la sociedad ha querido colaborar una vez más con esta causa.
El partido de los veteranos del Real Zaragoza supone alrededor del 20% de los ingresos anuales de Aspanoa. Gracias a este evento, la Asociación puede seguir sufragando servicios como los psicólogos, la trabajadora social, el fisioterapeuta, la musicoterapeuta, el piso de acogida para las familias que tienen que desplazarse hasta Zaragoza para que sus hijos reciban tratamiento o el pago de las comidas en el Hospital para los padres que tienen a un niño ingresado.
Aspanoa (Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Aragón) atiende cada año a una media de entre 40 y 45 niños aragoneses, riojanos y sorianos a los que se acaba de diagnosticar un cáncer. A ellos hay que sumar a todos los que se encuentran en tratamiento y a los que ya han superado la enfermedad y que ahora están recuperándose las secuelas físicas y psicológicas que dejaron en ellos tanto el cáncer como los agresivos tratamientos recibidos para combatirlo.