GEMA ROMERO.- El 30,5% de los adolescentes sufre de dolor de cabeza recurrente, siendo la migraña la cefalea más habitual en este grupo de población (la padece el 11,3% de los entrevistados). Además, casi el 33% de los adolescentes con dolor de cabeza tuvieron al menos un episodio por semana y un poco más de un 44% mostraron algún grado de discapacidad relacionada con sus cefaleas. Sin embargo, más del 73% de los entrevistados que padecen dolor de cabeza no tienen un diagnóstico. Así se desprende de un estudio estudio realizado por miembros del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN) del Hospital Universitario Vall d’Hebron, publicado en la revista Cephalalgia –la publicación científica de la Sociedad Internacional de Cefaleas.

El objetivo de esta investigación era evaluar la prevalencia del dolor de cabeza entre la población adolescente española. Realizado entre más de 1.500 estudiantes con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años y pertenecientes a varios institutos de Cataluña, el estudio pretendía analizar también los tipos de dolor de cabeza más frecuentes en este grupo de población así como la relación de sus cefaleas con comorbilidades y con el estilo de vida de los adolescentes.

“La adolescencia es un período decisivo para el neurodesarrollo, porque en este periodo el cerebro dispone de una neuroplasticidad muy elevada para adaptar su estructura y funciones en respuesta a las demandas, experiencias y cambios fisiológicos del entorno. Por lo tanto, el impacto de lo que le sucede al cerebro durante estos años puede provocar cambios neuroplásticos con consecuencias a largo plazo”, explica Patricia Pozo Rosich, coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN). “Sin embargo, y a pesar de que la adolescencia es un período crucial para algunos dolores de cabeza primarios, hay muy poca información sobre la prevalencia y el impacto del dolor de cabeza en los adolescentes. Queríamos realizar este estudio para tener un mejor conocimiento de estos aspectos y así poder cambiar el impacto que tiene el dolor de cabeza en adultos”.

Y es que como explican a Diario Enfermero.es fuente de la sociedad española de enfermería neurológica (SEDENE), “la migraña es una patología infradiagnosticada en la población en general y la adolescencia no escapa a ese problema. En el presente estudio se ha constatado la presencia de cefaleas en casi un tercio de la población adolescente, problema que es significativamente más frecuente en las niñas”, el 35,1% frente al 25,5% de los varones adolescentes.

Cambios hormonales

Para SEDENE una posible explicación a este hecho radicaría en que durante la adolescencia los cambios hormonales dificultan que se concilie el sueño, esto junto a los horarios escolares (inicio más temprano del horario) y la vida familiar y social (retraso de la hora de la cena y las “exigencias digitales”) facilitan el insomnio. Y estos malos hábitos de sueño se han relacionado con las cefaleas. El sedentarismo, el consumo de cafeína o el tabaco también se han encontrado en los adolescentes con cefalea”, subrayan.

De hecho, el estudio señala que el dolor de cabeza es más frecuente entre adolescentes con malos hábitos de sueño (36,6% vs. 27,6%), entre aquellos que realizan una menor actividad física y en adolescentes que no desayunan (37,3% vs. 28,4%), fuman (10,5% vs. 4,9%), o consumen cafeína (30,9% vs. 24,7%). Por el contrario, no se encontraron diferencias en cuanto al rendimiento escolar de los adolescentes, el nivel educativo de los padres, o el entorno o el sistema educativo. No obstante, el 57% de los estudiantes con dolores de cabeza recurrentes tenían antecedentes familiares.

Por otra parte, entre las comorbilidades más significativamente asociadas con el dolor de cabeza destacan las alergias, el asma, dolor crónico  (además del dolor de cabeza) y problemas de salud mental y de comportamiento.

“Nuestro estudio pone de manifiesto que  el dolor de cabeza es un problema de salud muy común entre los adolescentes españoles y que además afecta su calidad de vida. Puesto que se ha asociado el dolor de cabeza de los adolescentes con la presencia de un estilo de vida poco saludable y así como con otras comorbilidades médicas, la Sociedad Española de Neurología cree necesario que se comiencen a implantar iniciativas educativas s que permitan minimizar el impacto de esta enfermedad”, señala Patricia Pozo.

 A este respecto, desde SEDENE consideran necesaria “una intervención multidisciplinar para abordar el problema. Junto a otras actuaciones sería recomendable realizar educación sanitaria que puede ser liderada por las enfermeras de Atención Primaria tanto en el Centro de Salud como en los colegios. Junto a otras iniciativas ya incorporadas en su actividad, se puede incluir un programa para modificar los hábitos insanos detectados en el presente estudio con el objetivo de disminuir la incidencia de las cefaleas”, sostienen.