ÁNGEL M. GREGORIS.- La Audiencia Provincial de Alicante ha ratificado una sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Elda en la que se condena a un hombre como autor de un delito leve de amenazas contra una enfermera por gritarle improperios tales como “Callate tía, os vais a enterar” o “No me sale de los cojones, payasa, gilipollas”. Tras este fallo, el denunciado tendrá una pena de multa de 600 euros y responsabilidad personal subsidiaria de un día de cárcel por cada dos cuotas impagadas.

Los hechos sucedieron el pasado 30 de marzo de 2019, sobre las 9.30, en el centro de salud de la calle Marina Española de Elda (Alicante), cuando el sujeto fue a la consulta y la denunciante se extraño de que acudiese a esa hora para ser asistido. Tal y como expone la sentencia del Juzgado de Primera Instancia, los hechos se consideran probados como consecuencia de la ratificación por parte de la enfermera de la denuncia que interpuso, así como que el denunciado vino a reconocer parcialmente los hechos y la declaración testifical de la compañera de la denunciante, que se encontraba presente el día de los hechos.

Tras esta sentencia, el agresor presentó un recurso de apelación, que la Audiencia Provincial ha desestimado, dando la razón a la enfermera y condenando, finalmente, al acusado. “Dejando al margen la declaración de la denunciante, lo cierto es que lo manifestado por la testigo es suficiente para realizar el pronunciamiento condenatorio tal y como se expresa en la sentencia”, expresa la sentencia. Asimismo, expone que la testigo afirmó que cuando bajó y entre en la instancia vio al denunciado “muy brusco, gritando, insultando, pareciéndole que iba a agredir a la enfermera”.

Para el Consejo General de Enfermería, esta sentencia es una grandísima noticia porque continúa creando precedentes para que la población aprenda y respete el trabajo diario de las enfermeras. “No podemos consentir agresiones físicas ni verbales en hospitales, centros de salud, sociosanitarios ni en ningún ámbito en el que una enfermera esté llevando a cabo su práctica diaria. Las enfermeras deben denunciar cuando algo así ocurra para que los agresores puedan ser condenados”, afirma el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, que ha recordado que el 70% de las agresiones son verbales y muchas de ellas no llegan a denunciarse.