REDACCIÓN.- El 77,7% de las futuras enfermeras catalanas no se considera suficientemente preparadas para ayudar a la población a dejar de fumar, según el Estudios de Consumo de Tabaco en Estudiantes del Grado de Enfermería de Cataluña, realizado a más de 4.000 alumnos de 15 escuelas universitarias de enfermería de la comunidad.
Por eso, el Consejo de Enfermeras y Enfermeros de Cataluña ve necesario impulsar estrategias de mejora en los programas formativos del grado que permitan a las futuras enfermeras ejercer con efectividad como agentes fundamentales en el control del tabaquismo de la población.
«Es necesario redirigir los planes de estudio de Enfermería con el fin de que las futuras profesionales puedan realizar de forma efectiva acciones de intervención para controlar el tabaquismo y disminuir la prevalencia», ha afirmado la enfermera y directora del estudio, Cristina Martínez.
El estudio, que ha sido promovido y financiado por el Consejo catalán y realizado por la Unidad de Control del Tabaquismo del Instituto Catalán de Oncología (ICO), ha recogido datos como consumo de tabaco y cannabis, cumplimiento de espacios sin humo en los campus, percepción del rol modélico del profesional y del estudiante de enfermería y formación.
Sobre el consumo de los estudiantes, el 31,2% de los participantes eran fumadores, ante un 55,5% que no habían fumado nunca y un 13,3% de exfumadores; un 11% fumaba marihuana de «forma ocasional».
Según Martínez, los estudiantes «aún no tienen adquirida la conciencia de que, como futuros profesionales de la salud, deberían dar ejemplo y no fumar», y ha añadido que sólo un 45,5% creen que ellos son un ejemplo social en este sentido, mientras que el 63,2% manifiesta que los profesionales sí deberían darle.
El estudio también ha constatado que hay un amplio cumplimiento de los espacios sin humo en los edificios docentes, pero el 98% afirma que se fuma en zonas exteriores de los campus universitarios.