MARINA VIEIRA.- “Tener una enfermera nos ha cambiado la vida”, ha declarado emotivamente Andrés Aberasturi en los cursos de verano la Universidad Autónoma de Madrid. El periodista lleva cuidando desde hace 30 años a un hijo con parálisis cerebral y síndrome de Pierre Robin, -una enfermedad congénita, presente desde el momento del nacimiento, que se caracteriza por anomalías en la cara, la boca y el maxilar inferior-. Cristóbal, el hijo de Aberasturi, nació sin paladar y con la lengua suelta, lo que requirió una operación de urgencia desde el primer momento de vida para evitar una muerte por ahogamiento. Desde el instante en el que nació su hijo ha estado ligado a hospitales y personal sanitario y por eso conoce a la perfección el papel de la enfermería con este y todo tipo de pacientes: “yo no sé si sois conscientes del valor que tenéis, de lo que puede significar esa intermediación que hay cuando la enfermera te ve por un pasillo y te dice ‘quieres tomarte un café’. Las enfermeras son la parte que hace el hospital sea un hogar cuando estás mucho tiempo”, ha afirmado con rotundidad.
Más enfermeras
En el curso de verano que ha reunido a enfermeras para aprender a atender las necesidades socio-sanitarias de las personas con capacidades diferentes, el periodista y escritor reclama más presencia de enfermeras para cuidar a discapacitados: “una de las obsesiones que tenemos en la asociación es tener enfermera las 24 horas del día” porque el problema “no es la parálisis cerebral, el problema son las patologías asociadas, la medicación, conocer a los críos porque cada crío es distinto de otro. Tienen problemas respiratorios, de neumonía, problemas de riñón… problemas de todo”.
Dejar de edulcorar la verdad
En la dura pero enternecedora charla, Aberasturi ha pedido que con este tipo de pacientes se deje de “edulcorar las cosas”. Ha escrito un libro titulado Cómo explicarte el mundo, Cris donde cuenta “la verdad de lo que supone tener un hijo que no es libre, que no elige, que no se comunica”, sobre cómo es “convivir con él de una forma dramática y a la vez enormemente tierna”. Cuando describe cómo hay que tratar a este tipo de enfermedades utiliza la frase de Gabriel Celaya cuando dice “hay que decir las bárbaras pero amorosas verdades”.
En el mismo sentido, Eva García Perea, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid de la sección departamental de enfermería y directora de los cursos de verano ha relatado que en ocasiones nos olvidamos de que los discapacitados van evolucionando y explica que “el discapacitado mayor no es un niño grande” y ha dejado claro que “es una persona con unas necesidades especiales”, por lo que es muy importante que los enfermeros se “sientan seguros para saber abordar sus cuidados”. En este curso los enfermeros asistentes han aprendido a dar a este tipo de pacientes “una atención integral, adecuada a sus necesidades especiales” y, sobre todo, han aprendido “a sentirse seguros con la atención al cuidado de este tipo de pacientes”, explica la enfermera.
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2 Comentarios
Paula Cerdá Jordá
Soy enfermera, y por desgracia en este país como pasa con todo , sólo somos visibles ante los que nos necesitan, estos en la mayoría de los casos saben apreciar nuestro trabajo y como lo llevamos a cabo. Limitados por los medios que limitan aquellos que no tienen ni tendrán limitaciones, porque ellos se cubrirán las espadas con sus desmesurados sueldos, mientras que el problema seguirá siendo tuyo y mío.Pero seguid contacto con nosotros.
MARA REDON
Soy enfermera, y le doy las gracias por su reconocimiento.
Pero la realidad es que el sistema no tiene en cuenta todas las necesidades de los pacientes y pretenden que demos esos servicios de calidad con recursos minimos, da igual quien gobierne.
Las sustituciones de enfermeros y auxiliares no es ni remotamente una prioridad, no se sustituyen bajas hasta pasados 15 dias.
Y siempre se restringe personal en verano.o prefieren cerrar salas necesarias antes de poner sustitutos.
Lamento que los gobernantes no tengan su vision.
Porque realmente somos nosotras quienes acompañamos, cuidamos y aliviamos tanto a loş pacientes como a los familiares,
Gracias de nuevo por tanta consideracion y reconocimiento.