RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS.- La nueva presidenta de la sociedad que integra a las enfermeras especializadas en acceso vascular se llama María Antonia Cubero y lo es desde mayo, tras retirarse Carmen Carrero. Cubero es enfermera del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y tiene claro que su objetivo al frente de la sociedad es el de conseguir atraer no sólo a más enfermeras sino también a otros profesionales. El primer paso para conseguirlo, nos cuenta, ha sido el de cambiar el nombre a la sociedad que ha pasado de llamarse Asociación de Equipos de Terapia Intravenosa a Sociedad Española de Infusión y Acceso Vascular. “Queremos llegar a más profesionales. Con el nombre anterior, parecía que sólo englobábamos a los que estaban en los equipos y hay muy pocos en toda España, unos 80. Ahora, queremos atraer también a aquellos a los que simplemente les entusiasma el acceso vascular y, además, aunque tenemos claro que somos los profesionales de enfermería quienes lideramos este campo, queremos trabajar también con otros, sobre todo médicos, radiólogos vasculares, médicos de preventiva, microbiólogos….”.
El objetivo, afirma, es “relanzar la sociedad y darla a conocer en el ámbito nacional, haciendo especial hincapié en la formación”.
Para ello, una de sus primeras acciones será la celebración de una Jornada que tendrá lugar el próximo 5 de marzo por la tarde en el Colegio de Enfermería de Madrid. Allí se hará la presentación oficial de la sociedad bajo su nuevo nombre y se celebrará una mesa redonda sobre a quién corresponde el acceso vascular en la que participarán los enfermeros Pedro Soriano, divulgador sobre Seguridad y Escuela de Pacientes, y Julio de la Torre, profesor de la Universidad de Comillas. No faltará el contrapunto médico, nos cuenta Cubero, para lo que se contará también con un profesional que aporte su perspectiva.
Asimismo, la Sociedad renovará su página web y potenciará su difusión también en las redes sociales.
Ir más allá
Desde un punto de vista práctico, Cubero pone el acento en que lo importante y más urgente en estos momentos es “el conocimiento del capital venoso del paciente, de las posibilidades de acceso vascular y de los cuidados. Hemos llegado a un punto en el que hay mucho ‘insertador’, pero se nos escapa el cuidado y el manejo. Lo ideal es que la enfermera abarque eso y más, incluyendo la retirada del acceso”.