MARÍA ALCARAZ.- El diagnostico de una enfermedad que vaya acompañado con la necesidad de realizar una ostomía en el paciente siempre tiene un añadido de complejidad. Más allá del tener que enfrentarse a una enfermedad crónica, estas personas deben aprender a vivir con un ‘elemento extraño’ que los acompañará a cada momento. Y la enfermera cumple un papel esencial de acompañamiento para que se pueda volver, cuanto antes, a la vida ‘normal’.
“El apoyo a la salud mental es muy importante, pues hablamos de pacientes que se enfrentan a un diagnóstico, que puede ser oncológico no, y que además tienen que enfrentarse a un cambio en la imagen corporal”, explica Carmen Diarte, enfermera estomaterapeuta del Hospital Universitario Lozano Blesa de Zaragoza., y que trata con estos pacientes en su día a día.
La enfermera defiende la necesidad de tener ese acompañamiento “en todas las fases del proceso”, pues el impacto “empieza en el preoperatorio y no acaba en el postoperatorio, sino que va más allá muchos meses”. “Hay que ayudar a los pacientes a que se adapten a su vida cotidiana», explica.
Atención continuada desde enfermería
A Ana Cristina Brun la operaron por colitis ulcerosa en enero de 2018. Desde ese momento tiene una ostomía y es paciente de Carmen. “Su papel es vital. Es la primera cara que ves antes de la operación que te explica todo, y después de siete años, aquí sigue conmigo”, cuenta la mujer.
“Después de la operación tienes sentimientos encontrados. Te sientes bien porque tus dolores han desaparecido, pero tienes rabia, ansiedad, piensas: ¿Voy a poder hacerme con ello? ¿Voy a poder tener un día normal?, explica Ana Cristina, que dice que, para estas dudas, la enfermera es una presencia constante. “Carmen está para ti, para tus dudas, le explicas qué te pasa y cómo te sientes y ella va dando pautas”, incide la paciente.
La enfermera pone en valor la importancia de la visita prequirúrgica, pues comenta que es donde se abordan todos los temas que puedan preocupar, de primeras, a los pacientes, para que “se adelantes a los problemas”. “Es un momento en el que desmitificar información que no es del todo cierta y desmontar ideas preconcebidas que muchas veces se pueden tener”, indica.
Ayuda inmediata para el paciente ostomizado
Después, en el seguimiento posterior a la operación, el seguimiento cobra gran importancia tanto para ofrecer ayuda inmediata como para detectar si el paciente debe acudir a la consulta de una enfermera especialista en salud mental. “Hay casos en los que el paciente, después de darle su tiempo y pase su duelo, sigue frágil. Y desde aquí le derivamos a salud mental, de enfermera a enfermera”, indica y añade que, si la situación fuera más compleja, también se puede derivar al paciente con un médico especialista en Psiquiatría.
Tener una ostomía tiene una consecuencia directa en prácticamente todos los planos de nuestra vida. El papel enfermero, más allá de enseñar a los pacientes el manejo práctico de su bolsa, para por ofrecer ayuda y apoyo para transitar planos como el deportivo, el nutricional o el de la sexualidad.
Ana Cristina comenta que muchas personas, por falta de conocimiento y apoyo, puede dejar de hacer cosas. “Por miedo a fugas, o por no saberlo llevarlo bien, hay quien no viaja, no se baña en la piscina o no mantiene relaciones sexuales. Se dejan de hacer cosas porque no se sabe qué se pueden hacer”, explica.
Volver a la normalidad
“Los pacientes necesitan apoyo para sus segundas primeras veces. La primera vez de ir al cine, a cenar fuera o a un viaje necesita esa ayuda”, indica Carmen Diarte, que hace hincapié en el plano de la sexualidad. “Es importante incidir en esto, pues muchas personas no preguntan por ello porque lo consideran tabú, y hay que generar un espacio en el que se pueda preguntar por ello y se den soluciones y alternativas”, desarrolla.
Ambas coinciden en que el estigma sigue sobre estos pacientes. “Si ves a una persona con una pierna biónica piensas que es una obra de ingeniería, pero si ves una ostomía no. Y es un procedimiento que te ha salvado la vida, solo que es incómodo hablar de ello”, asegura Ana Cristina. “La ostomía sigue siendo un tema tabú. No gusta hablar de heces y de orina; hay temas que son más fáciles de abordar. Hay veces que los pacientes se quedan más impresionados por el tema de la bolsa que por el diagnóstico, que es lo realmente importante”, concluye la enfermera.
Es desconocido tanto las necesidades de las personas ostomizadas como la figura de una Enfermera o Enfermero Estomaterapeuta con pieza esencial en el proceso de afrotamiento y nuevos aprendizajes con una ostomía.