REDACCIÓN.- La Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (Aeesme) alerta del preocupante aumento exponencial del malestar psicoemocional de la población infanto-juvenil, tal como muestran los datos e informes científicos donde se reportan niveles cada vez más altos de ansiedad y depresión en los adolescentes, así como un incremento en la prevalencia de problemas de salud mental en edades cada vez más tempranas, como son los trastornos del comportamiento, los trastornos de la conducta alimentaria, las conductas de riesgo, como el consumo de sustancias y/u otras conductas adictivas, y muy particularmente, las relacionadas con el uso y abuso a las nuevas tecnología de la información y comunicación, o las autolesiones y conductas suicidas.
Pandemia
Desde Aeesme aseguran que el golpe emocional resultado de la pandemia de COVID-19, caracterizado además por una respuesta tardía y, en muchas ocasiones, incluso inexistente, ahuyenta las problemáticas en este estrato poblacional, incrementando su vulnerabilidad e indefensión.
Los niños y jóvenes también manifiestan un malestar psicosocial que en muchas ocasiones no alcanza el nivel de trastorno epidemiológico, pero que perturba su vida, su salud y sus perspectivas de futuro.
Acción urgente
Desde la Aeesme se realiza un llamamiento a la acción urgente para proteger, promover y cuidar la salud mental de los niños, niñas y jóvenes, y en particular, los de entornos desfavorecidos.
Además, instan a un plan de acción urgente con tres medidas prioritarias: mejorar el apoyo a la Salud Mental en las escuelas y centro educativos, priorizándose el desafío de los estereotipos de geénero discriminatorios; reducir los tiempos de actuación, poniendo el foco en la prevención, promoción de la salud mental positiva y el bienestar; y ampliar los servicios de saluda mental basados en la comunidad y el apoto psicosocial con la creación de programas de protección social y apoyo temprano, sin necesidad de cita ni derivación por parte de los profesionales de Atención Primaria.