REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermería de Alicante insta a que se usen todos los mecanismos legales existentes para erradicar las agresiones contra los sanitarios y que ante la actual situación de pandemia y de saturación del sistema se refuercen las medidas de seguridad, sobre todo en los centros de Atención Primaria, que es donde se concentra la mayor parte de las agresiones.
Desde la institución señalan que “si el sistema ya estaba colapsado antes del COVID-19, con la pandemia esta situación se ha agravado especialmente e incide muy directamente sobre el personal de enfermería, que es el colectivo sanitario que más insultos, vejaciones y violencia física sufre, ya que son los primeros en mantener contacto con los pacientes”.
16 agresiones
El número de agresiones a enfermeras/os registrado el año pasado en la Comunidad Valenciana fue de 16 (2 en Alicante, 2 en Castellón y 11 en Valencia). Sin embargo, explican desde el colegio, “la cifra de denuncias sigue siendo muy inferior a los casos reales. La disparidad entre casos reales y casos denunciados se produce porque la mayoría de agresiones no llega a plasmarse por escrito, generalmente por miedo y desconfianza entre los profesionales sanitarios, por lo que se debe trabajar para ganarse su confianza para que se sientan protegidos y vean que las denuncias son efectivas”.
Además, apuntan que las principales secuelas que le quedan al profesional sanitario tras sufrir una agresión son el estrés laboral crónico, la disminución del rendimiento laboral, síndrome de hostigamiento y de estrés postraumático, neurosis de ansiedad, síndrome depresivo y, en la mayoría de las ocasiones, secuelas físicas”.