REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermería de Valencia (COENV) ha alertado de los problemas de la falta de profesionales en las residencias de mayores, tanto públicas como privadas, durante el periodo estival. Una situación cíclica que se produce por la falta de previsión por parte de la Administración y que aboca a que todos los años, por estas fechas, haya problemas para establecer los turnos vacacionales y que las/os enfermeras/os deban sobrecargarse de trabajo. Así, alertan de la grave escasez de enfermeras en residencias valencianas.
Una sobrecarga laboral que provoca que muchas/os de estas/os profesionales abandonen los centros residenciales cuando reciben la llamada de la bolsa de empleo pública para cubrir vacaciones, una sustitución –por un tiempo breve– o una vacante.
Desde el COENV se recuerda que las peores condiciones laborales de las/os enfermeras/as que trabajan en estos centros –más trabajo por menos sueldo— se detecta por la dificultad para hallar personal en los meses de verano. De hecho, el Colegio de Enfermería de Valencia recibe periódicamente ofertas de empleo de residencias que no encuentran enfermeras y enfermeros por la fuga que se está produciendo a hospitales y centros de salud.
El salario de las enfermeras de los centros de atención de mayores dependientes es inferior. Podemos hablar de hasta 300 euros al mes de diferencia (si se compara sueldo base y complementos) pero ya no se trata solo del sueldo. En una residencia, la enfermera debe asumir nocturnidad, turnicidad, festivos… A las enfermeras dependientes de Igualdad les cuentan las horas de las noches igual que las horas de día.
Desigualdad
Una desigualdad que continúa en la mayoría de los centros, pese a que sindicatos y patronal aprobaron nuevas tablas salariales para más de 15.000 trabajadores que dependen de Conselleria de Igualdad para que pasaran a cobrar de 1.450 euros a más de 2.100. Una subida que sólo al 20% de las/os enfermeras/os porque la mayor parte del sector está en manos privadas y es decisión de las empresas pagar más o menos.
La sobrecarga asistencial, la precariedad salarial y la falta de reconocimiento de las enfermeras que trabajan en residencia conlleva a aceptar cualquier puesto de trabajo ofertado desde la Conselleria de Sanidad, ya que el objetivo es sumar puntos para aumentar los méritos y conseguir, antes o después, una plaza. Si las enfermeras de residencia formaran parte de la Conselleria de Sanidad y las condiciones laborales, de sueldos y las bolsas de empleo estuvieran unificadas este problema no existiría y no se daría una fuga de personal tan evidente de un sector privatizado al sector público.
Y es que casi el 80% de las residencias de la tercera edad están manos privadas y concertadas. Es más, de gestión pública y directa sólo hay en toda la Comunitat Valenciana 10 residencias: cinco en Alicante (RPMD Alacant, RPMD Mariola, RPMD Torrevieja, RPMD La Florida y RPMD Pintor Emilio Sala), dos en Castelló (RPMD Lledó y RPMD Borriana), y tres en Valencia (RPMD Aldaia, RPMD Carlet y RPMD Silla).
Al problema generalizado de falta de enfermeras se suma que, en muchas residencias, sobre todo las pequeñas, hay puestos asistenciales que se consideran no sustituibles en vacaciones como médicos, fisioterapeutas o psicólogos. Es decir, estos profesionales directamente no se consideran sustituibles. Y estar sin médico en la residencia, supone una sobrecarga de trabajo para Enfermería, que asume algunas funciones como trámites con farmacia, resultados de analíticas, etc. De igual modo, permanecer durante el verano sin fisioterapeuta deriva en un empeoramiento de la movilidad y aumento del riesgo de caídas, ya que en las personas mayores se evidencia la falta de ejercicio en su actividad diaria. En el caso de carecer de psicólogo, la enfermería acaba asumiendo algunas funciones que serían de esta profesión.