REDACCIÓN.- Una nueva investigación llevada a cabo por científicos estadounidenses ha demostrado que altas dosis de resveratrol en personas con alzhéimer leve o moderado estabiliza un biomarcador que normalmente cae en picado conforme progresa esta dolencia neurodegenerativa. El estudio se ha hecho con la sustancia que se encuentra en el vino tinto, la uva, las frambuesas o el chocolate negro, pero en su forma más pura.
Los resultados del ensayo clínico se publican en el último número de la revista Neurology son para los autores “muy interesantes”, en palabras de Scott Turner, director del Programa de Trastornos de la Memoria del Hospital Universitario de Georgetown en Washington (EE.UU.) Turner precisa que no se está recomendando el uso de resveratrol, ya que los resultados de este estudio, único y pequeño, deben ser una llamada para posteriores investigaciones sobre el tema.
El resveratrol se administró en un ensayo randomizado, doble ciego con control de placebo en pacientes con demencia ligera o moderada causada por el mal de Alzheimer. Se empleó una forma sintetizada y de uso no comercial de resveratrol, realmente una dosis enorme, equivalente al resveratrol que encontraríamos en 1.000 botellas de vino tinto. A los pacientes que no recibieron el placebo –de un total de 119 sujetos- se les administró un gramo por vía oral dos veces al día.
Los pacientes que fueron tratados con estas altas dosis de resveratrol durante un año mostraron mínimos o ningún cambio en os niveles de beta40-amieloide en sangre y fluido cerebroespinal, sustancia que normalmente se ve disminuida en pacientes con alzhéimer. Sin embargo, los enfermos que recibieron un placebo sí experimentaron un descenso en este parámetro respecto a los iveles que tenían al inicio del estudio.
Como 1.000 botellas de vino
“Este descenso se observa en el momento en que la demencia y el alzhéimer progresa, pero no podemos concluir con este estudio que los efectos del resveratrol son claramente beneficiosos para el paciente”, asegura Turner. “Parece que el resveratrol es capaz de penetrar en la sangre que circula por el cerebro y en el líquido cefalorraquídeo, lo que sí representa una observación importante”.
Los investigadores probaron con el resveratrol porque active unas proteinas llamadas sirtuinas, que son las mismas que se activan ante la restricción calórica. El gran factor de riesgo para sufrir la enfermedad de Alzheimer es lógicamente el envejecimiento, pero estudios con animales han mostrado que la mayor parte de enfermedades relacionadas con la edad –incluyendo el alzhéimer, pueden ser prevenidas o retrasadas mediante la restricción calórica a largo plazo (consumiendo dos tercios de la ingesta calórica normal).
Perdieron peso
En general el tratamiento con esta forma pura de resveratrol fue seguro y bien tolerado y los efectos secundarios más comunes fueron de tipo gastrointentestinal, incluyendo náuseas y diarrea. Además los pacientes que recibieron el resveratrol perdieron peso, mientras que los que tomaron placebo lo ganaron.
Los autores resaltan que trabajan con la hipótesis de que el tratamiento pueda reducir la inflamación en ciertas zonas del cerebro, pero hacen falta más investigaciones en esta línea para confirmar los hallazgos.