GEMA ROMERO.- Una canción, compuesta por los propios alumnos, y un videoclip es la forma que han elegido los alumnos de 3º de la ESO del Colegio de Fingoi (Lugo) para promocionar la alimentación saludable. La propuesta partió de Tomás Barrero, enfermero y coordinador del centro de salud de la Milagrosa, dentro de las charlas que imparte para la promoción de hábitos de vida saludable entre los alumnos. Para este proyecto, denominado “Cómete el mundo”, han estado trabajando todo el curso escolar.
“La idea de hacer un videoclip sobre la importancia de una buena alimentación surgió hace un par de años. Ya lo había propuesto en algún otro centro, pero hasta ahora no había salido adelante”, explica Barrero a DiarioEnfermero.es. “Tanto la letra como la música son propias de los chavales, aprovechando que tienen escuela de música en el cole. Primero hicimos la letra y después la música. De hecho, los instrumentos también los tocan los mismos alumnos”.
Y es que Barrero está convencido de que en materia de educación para la salud “el impacto es mayor si lo que hay que hacer viene de los niños. Es una manera de implicarles que también logra que la implicación de los adultos sea mayor”, sostiene. Eligieron el tema de la nutrición porque “en las consultas cada vez se ven más casos de niños y jóvenes con sobrepeso y obesidad, consecuencia de malos hábitos de alimentación y de una vida cada vez más sedentaria, por el abuso de las redes sociales y los videojuegos. En los últimos años en Galicia se ha producido un incremento de 11 puntos en la obesidad infantil”.
Prevención desde el colegio
Para Barrero la clave de la prevención está en dar charlas sanitarias en los colegios. Este enfermero gallego lo sabe bien, pues lleva desde 2006 impartiendo clases en colegios de la zona, públicos, privados y concertados, pues está convencido de que “donde hay que empezar con la educación sanitaria es en los colegios, es donde hay que empezar a hacer la prevención”. Además, “los niños son como esponjas, lo absorben todo”, subraya.
Con ellos habla de los riesgos de tabaco y alcohol, anorexia y bulimia en adolescentes, prevención de la obesidad, pero también de redes sociales y salud. “Ahora mismo estamos con otro proyecto sobre el abuso de los medicamentos, para iniciarles en la importancia de tomar bien los medicamentos”.
Adapta sus charlas para cada edad, en función de las peticiones de los propios centros, y con ello logra también concienciar a los padres. “Con los pequeños de 6-7 años les digo que firmen un contrato en casa en el que se comprometen a hacer tareas del hogar, como su cama o poner la mesa, a cambio de que sus padres no fumen, o que al menos no lo hagan delante de ellos. Y el mensaje cala, sacan el látigo y consiguen que sus padres fumen menos”, explica.
Con los adolescentes se trata de implicarles y que cambien la forma en la que ven las cosas, que “si no les gusta ver a un familiar cercano, como una hermana, borracho, también tienen que intervenir cuando se trata de un amigo”. “Con ellos todo es más coloquial, ellos mismos van desarrollando el tema con las preguntas que les hago, y muchas veces te sorprenden con lo que cuentan”, comenta Barrero.