A.ALMENDROS / D.RUIPÉREZ.- “Llanetes” es una simpática muñeca que debe su nombre a la patrona de su lugar de ori-gen, Albacete, donde muchas mujeres se llaman Llanos. Lla-netes es fruto del proyecto de Ángel López, director de En-fermería y Fisioterapia de la Universidad de Castilla la Mancha, para enseñar a los ni-ños a realizar la RCP. Se trata de una iniciativa que ayuda a salvar vidas.
Cuéntanos, ¿en qué consiste esta iniciativa?
El proyecto “Salvando a Llanetes” tiene su origen en una actividad que nosotros empezamos hacer en Facultad de Enfermería de Albacete que consistía en ir a colegios de prima-ria a enseñar reanimación cardiopulmonar. Íbamos con los muñecos tradicionales con los que se enseña la reanimación. Uno de los profesores nos comentó que los niños más pequeños se impresionaban mucho cuando veían a los simuladores que usamos tradicionalmente para la enseñan-za. Y eso nos hizo pensar por qué no lanzar un nuevo producto que fuese amigable, con el que los niños se sintieran atraídos y con el que pudiésemos a enseñar desde los pasos que comprende la reanimación.
Una vez tenéis la idea, ¿cuál es el siguiente paso?
El proyecto fue premiado por la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería de España para que desarrollásemos un prototipo. Para hacer el prototipo primero tuvimos que desarrollar una imagen y lo que hicimos fue contactar con unas diseñadoras que hay en Albacete -Albaceteños 100%- que tienen unas figuritas muy parecidas a nuestra Llanetes. Cuando hablamos con ellas y les contamos la idea y que era un proyecto sin ánimo de lucro se implicaron totalmente y empezamos a crear a este muñequito de enseñanza.
¿Por qué este nombre?
El proyecto ha nacido en Albacete y queríamos que se identificase con la ciudad. La matrona de la ciudad es la Virgen de los Llanos. Por eso pensamos que el diminutivo Llanetes era muy identificativo con la ciudad y de ahí su nombre.
El corazón de Llanetes tiene unos materiales y una dureza concreta, ¿cómo lo realizasteis?
Todo el dispositivo por muy sencillo que parece está basa-do en recomendaciones internacionales de sociedades cien-tíficas como son el Consejo Europeo de Reanimación y la Asociación Americana de Co-razón. Con el proyecto Salvando a Llanetes hacemos RCP solo con las manos y aunque es un proyecto dirigido a niños no queríamos transmitir la idea de que cual-quier niño es capaz de hacer la reanimación a un adulto. El tórax de un adulto tiene una resistencia y se estima que hasta aproximadamente los 13 años no se tiene la fuerza suficiente para hacer la reanimación y esto nos llevó a tener que llevar una decisión: si hacíamos un corazón blandito para que cualquier niño pudiese comprimirlo y hacerlo pitar transmitíamos una idea errónea de que cualquier niño era capaz de reanimar a un adulto. Por ello, diseñamos un corazón con la resistencia que se necesita para comprimir el corazón de un adulto. La fuerza que se re-quiere ya estaba estudiada y lo que hemos hecho ha sido diseñar un material de plástico con esa resistencia aproximadamente.
Y el lema del proyecto es “Pitando por la vida” …
Así es. Cuando las compresiones se hacen con la fuerza adecuada emite un feed back auditivo en forma de pitido.
¿Cómo está siendo la difusión del proyecto?
Es una iniciativa sin ánimo de lucro. La idea inicial era encontrar un patrocinador que se encargase de la producción y difusión del producto en colegios. Hasta ahora, los patrocinadores ha sido nuestro entorno: el Hospital General de Albacete, el Colegio de Enfermería de Albacete… Es cierto que el boca a boca ha hecho que muchos compañeros nuestros quieran llevar la enseñanza al colegio de sus hijos o familiares y nos pidan unidades individualizadas.
¿Cuántos niños conocen a Llanetes?
Hasta ahora “Salvando a Llanetes” ha llegado a unos 2.000 niños en Albacete, en La Rioja lo conocen 8 o 10 colegios y hemos enviado unidades a Alicante.
E incluso al extranjero…
Sí, cuando vimos la repercusión que tenía en España decidimos mostrárselo a unos colegas profesores de la universidad en Perú y ellos se entusiasmaron tanto que me pi-dieron una adaptación y las autorizaciones para fabricarlo en su país. No hubo problema, porque es una iniciativa sin ánimo de lucro. Lo que hicimos fue adaptar el nombre de Llanetes por Rosita. Santa Rosa es la matrona de Lima, de Perú y de las Américas, y además da la casualidad de que es la matrona de enfermería en América. Cambia-mos un poco la imagen: sustituimos los moños de nuestra manchega por dos trenzas, subimos un poco el tono de piel. Hasta el momento, el proyecto se ha dado a conocer en Perú, Argentina, Bolivia, Colombia y México. Ahora estamos en fase de encontrar la empresa que lo fabrique allí para empezar a distribuir.