ÁNGEL M. GREGORIS.- Cuando tenía tres años, Anna Moliner vio La historia interminable y decidió que “no quería dejar nunca de jugar y vivir mundos de fantasía”. Ya en 2004 comenzó a hacer audiciones y desde entonces no ha parado de trabajar en lo que le gustaba, la interpretación. Tras muchos papeles en Cataluña, la actriz ha dado el salto a la televisión nacional con la serie de Antena 3 Tiempos de guerra, en la que se relata la historia de las damas enfermeras que acudieron en 1921 a Melilla durante el desastre de Annual.

¿Quién es Magdalena Medina?

Es una de las damas enfermeras que viaja desde Madrid a Melilla para fundar el Hospital de la Cruz Roja junto a la duquesa Carmen Angoloti. De todas las que van es la que tiene menos experiencia, la más joven, y de repente se encuentra un mundo nuevo. Ella vivía muy protegida en su mundo de aristocracia y comodidad y de pronto está en medio de la guerra y trabajando como enfermera.

¿Cómo te preparaste este papel?

Las damas enfermeras que acudieron de Madrid a Melilla en la serie Tiempos de guerra. Imagen: Antena 3

Sí, estuvimos aconsejados por una cirujana enfermera que nos ayudó mucho y nos dio una clase a todas las chicas, pero, además, me gustaría decir que haciendo de enfermera en la serie hago un homenaje muy personal porque mi madre es enfermera, así que también he tenido mucha ayuda directa de su parte.

¿Cómo te ha ayudado tu madre durante este rodaje?

Hay algo de carácter y de querer ayudar a la gente que yo lo he mamado en mi casa desde pequeña. En este sentido, sólo pensar en cómo era ella ya me servía. Me llamó mucho la atención cuando mi madre me puso un poco en contexto histórico y me habló de lo importante que es la higiene. En esos momentos, algo que damos por sentado hoy como son los antibióticos no existían. Por lo tanto, lo más importante para evitar infecciones y muertes era tener una higiene y cura de las heridas brutal.

¿Qué has aprendido de estas damas enfermeras?

Muchísimas cosas, al final el papel se te hace pequeño. Me encantaría saber mucho mas de ellas, pero tienes que ceñirte a tu trabajo de actriz y acabas trabajando con tus emociones, con las situaciones que vives. Me quedo con las ganas de informarme más, pero sobre todo me quedo con la idea de que es brutal que en los años 20 un grupo de mujeres se atrevieran a irse solas a una guerra para ayudar a la gente. Esta es una verdadera vocación y creo mucho en la vocación porque yo como actriz también vivo de ella. Cualquier vocación en general y más una como la de ayudar a las personas y a los heridos es admirable.

Llegada de las damas enfermeras en la serie. Imagen: Antena 3

¿Qué ha sido lo más duro del rodaje y de ser una dama enfermera?

Uno de los momentos que no olvidaré nunca fue cuando en el primer capítulo, recién llegadas al hospital nos toca atender a los primeros heridos. Es alucinante pensar cómo por primera vez vieron la sangre, muertos, heridos y no podían asimilarlo. Recuerdo estar rodando esta secuencia, que coincidía con el inicio de nuestro rodaje, que todavía estábamos descubriendo muchas cosas, no sabíamos muy bien por dónde iban los personajes, recuerdo la figuración, el maquillaje, tanta sangre… No sabíamos lo que teníamos que hacer nosotras como actrices y pensé que ellas estaban formadas, pero también les debió impactar muchísimo encontrarse en una situación de esas.

¿Qué tiene Anna Moliner de Magdalena Molina y viceversa?

Siempre trabajas el personaje desde ti y evidentemente no soy Magdalena, pero sí que me gusta mucho jugar en mis papeles con cosas que yo tengo y que pueden ser de Magdalena. Me he divertido mucho, por ejemplo, con su torpeza. Yo a lo mejor puedo ser torpe, pero con Magdalena soy supertorpe. Al final me acabo mimetizando mucho. Ahora llevo 8 meses haciendo de Magdalena, reconozco que me he ‘amagdalenado’ mucho y necesito un descansito de ella para recargar pilas. Después de tanto tiempo al final ya no sabes dónde empieza Magdalena y dónde acaba Anna y al revés. Ha sido un gustazo explorar esto porque este personaje te permite jugar muchísimo y jugar contigo misma.

¿Cómo ha sido grabar con actores de la talla de Alicia Borrachero y José Sacristán?

Es lo mejor. Yo creo que en todos los trabajos quieres estar con los mejores y cuando tienes la suerte de rodearte de gente así sólo tienes que quedarte con ellos, mirarles y dejarte llevar.

¿Teatro o televisión?

Me encantan las dos cosas. No concibo mi vida de actriz sin el teatro porque por suerte hace muchos años que me gano la vida haciendo teatro y para mí ese momento de estar con el público cada día es impagable. Ya había hecho otras series en Cataluña, pero es la primera vez que hago un proyecto de esta dimensión a nivel nacional y poder aprender lo que es un rodaje similar al del cine durante tantos meses es maravilloso. En el teatro tienes tiempo de ensayar, y sabes perfectamente hacia dónde va el personaje, pero aquí cada día es una sorpresa, un nuevo reto, que engancha muchísimo.

Tras Tiempos de guerra, ¿cuáles son tus próximos proyectos?

Me encantaría estar toda la vida haciendo esto. Ir creciendo como persona y como actriz e ir siempre más allá. Me gustaría combinar la televisión con el teatro y un sueño sería hacer cine. Más televisión, ver si hay segunda temporada… Ahora estoy en un momento en el que quiero disfrutar, que a la gente le guste la serie y ya veremos.