REDACCIÓN.- Ya están abiertas las votaciones online de la III edición de los premios ‘Dama de la Lámpara’ Florence Nightingale en los que pacientes, familiares y cuidadores reconocen la labor de las enfermeras oncológicas.
Estas distinciones nacieron con el objetivo de dar visibilidad y reconocimiento a la imprescindible labor de las enfermeras oncológicas de los Hospitales públicos de toda España. Organizadas por la Fundación Sandra Ibarra y en colaboración con el Departamento de Enfermería de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y, con el patrocinio del Colegio de Enfermería de Madrid (Codem), este año celebran su tercera edición.
En estas distinciones son los pacientes, familiares y cuidadores quienes muestran su reconocimiento a las enfermeras por sus cuidados a través de sus votos. Para esta edición, las votaciones ya están abiertas y pueden realizarse en el siguiente enlace hasta el 2 de mayo, momento en el que se cerrará la votación. Posteriormente, el 24 de mayo a las 18:00 horas, tendrá lugar en el Ateneo de Madrid, el acto de entrega de premios.
“Para la Fundación Sandra Ibarra es muy importante anunciar esta tercera edición, porque continuamos con nuestra misión de seguir visibilizando la Enfermería como la voz fundamental en el cuidado de los pacientes, y también dar la oportunidad a los pacientes, familiares y cuidadores de agradecer esos cuidados”, asegura Sandra Ibarra, presidenta de la Fundación, que cree además que estas Distinciones promueven un diálogo de ida y vuelta muy importante y necesario en estos momentos en la sociedad porque tiene “esa doble vertiente de reconocimiento y reivindicación”.
Asimismo, los enfermeros y enfermeras también han querido agradecer estos reconocimientos por parte de los pacientes, en los que se otorgan distinciones a la enfermera más empática, la enfermera entrenadora y la más llena de vida en dos categorías diferentes: Hospital de Adultos y Hospital Infantil.
Que se reconozca el trabajo de las enfermeras “es muy importante y, si este reconocimiento llega de los propios pacientes, no cabe duda de que tiene un valor añadido. Las Distinciones ‘Dama de la Lámpara’ son un estímulo para las enfermeras distinguidas, pero también para el resto, porque ponen de relieve la verdadera dimensión de su trabajo”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE). Por su parte, Ángeles Peñuelas, presidenta de la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), cree que estas iniciativas son importantes “para dar a conocer la labor de las enfermeras oncológicas en la mejora de la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Es una manera de agradecer el esfuerzo y la dedicación que requiere nuestro trabajo para dar lo mejor de nosotras día a día”.
Además de estos reconocimientos, la Fundación Sandra Ibarra lleva varios años impulsando, a través de los hospitales y administraciones, un modelo de atención y coordinación asistencial basado en la transversalidad y la atención compartida y multidisciplinar dentro de la red hospitalaria, que por supuesto incluye al personal de enfermería, llamado UBICA (Unidad de Bienestar del Paciente y Superviviente de Cáncer).
Enfermeras oncológicas
Las enfermeras oncológicas son quienes afrontan el cuidados de unos pacientes con necesidades y secuelas específicas. “La oncología requiere de una formación muy específica por parte de nuestras enfermeras para poder abordar el cuidados de forma adecuada hacia estos pacientes. En oncología no hablamos de una enfermedad sino de múltiples enfermedades que, a menudo, conllevan tratamientos complejos, efectos secundarios que hay que saber controlar. El diagnóstico supone un impacto emocional importante y eso hace que haya que dedicarles también tiempo para ayudarles a comprender y superar la enfermedad”, afirma Pérez Raya.
Sin embargo, a pesar de la importancia de esta figura, sigue siendo “necesario el reconocimiento de la disciplina enfermería oncológica a nivel institucional, económico y también social. La reivindicación de la enfermera de rol avanzado en cuidados del paciente oncológico tiene que ser una realidad. Además, las instituciones deberían proporcionar más recursos para favorecer la investigación y el desarrollo de la enfermera oncológica”, concluye Peñuelas.