DAVID RUIPÉREZ.- Galicia ha tenido la fortuna de nos ser una de las comunidades más afectadas por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, esta crisis sanitaria ha puesto sobre la mesa asuntos como la precariedad laboral de los profesionales. Hablamos de todo ello con Ascensión Pérez Sampayo, presidenta del Colegio de Enfermería de Orense, una enfermera muy activa y apasionada, que trabaja en Vigilancia de la Salud, dentro del Departamento de Prevención de Riesgos Laborales de la Diputación de Orense. Anteriormente fue profesora en el Grado de Enfermería, en el Campus de Ourense de la Universidad de Vigo y fue asesora en la Xunta de Galicia con Pilar Farjas como consejera de Sanidad.

Para la Enfermería Mundial este 2020 era un año trascendental por la declaración de vuestro año internacional, pero además el Colegio Oficial de Enfermería de Orense celebraba su centenario con numerosos actos, ¿Pensaste en algún momento que una pandemia podría trastocar tanto los planes del Colegio, de las enfermeras y casi del mundo entero?

Nunca pensamos que iba a tener esa repercusión, va a ser inolvidable la celebración del Centenario del Colegio. No lo olvidaremos.

¿A qué se debe que la pandemia ha sido menos grave en Galicia? De hecho, ya estáis en la llamada “nueva normalidad”

Las enfermeras han vivido una experiencia inolvidable, pero más allá de la teoría, lo que toca ahora es evaluar bien todo lo que ha pasado. La práctica ha superado a la teoría, qué ha fallado, qué se ha hecho bien. Quiero pensar que en Galicia se han hecho algunas cosas bien. Fuimos una comunidad aventajada porque veíamos el problema que estaba teniendo Madrid y otras regiones y sabíamos que teníamos que ponernos las pilas para evitar esa masacre que hubo en otras comunidades. Lo hicimos medianamente bien, si lo hubiéramos hecho completamente bien no habría víctimas ni hubiera penetrado el virus.

Quiero pensar que en Galicia hemos hecho las cosas bien”

¿Qué lecciones nos ha dejado el coronavirus?

Sin duda darle la importancia que tiene a la prevención y poner en valor a nuestros profesionales. Recuerdo las manifestaciones en 2008, la carencia de material, ese estrés que estaba soportando el personal… Los profesionales son los que saben, conocen la sanidad desde dentro y son más capaces de gestionar que las personas que luego toman las decisiones.

Dentro del movimiento Nursing Now precisamente se reivindicaba eso, que las enfermeras estén en la toma de decisiones y en las más altas instancias políticas, porque pueden aportar una nueva perspectiva. ¿Hubiera sido diferente de contar con enfermeras en puestos clave?

Esta Sanidad es paternalista, la igualdad no existe. Pero aspiramos a conseguirlo. Es una guerra que viene tan cansada que la gente se agota. Basta ver los cargos que tenemos en la Sanidad y la gente no quiere meterse, está todavía todo tan politizado que se les quitan las ganas.

Las enfermeras no quieren meterse en política”

Galicia vive una lucha muy importante por estabilidad laboral, conciliación, condiciones dignas. Ahora que se valora tanto el trabajo de las enfermeras, ¿es el momento de reclamar con firmeza a los políticos la solución a todos esos problemas históricos?

Lanzaría un reto. Si en este momento, en el que la enfermería gallega sigue sufriendo esa precariedad que comentábamos, fuéramos capaces de hacer una gran convocatoria social, sacar a la gente para apoyarnos me gustaría ver la respuesta de la gente. Porque los aplausos de ayer se olvidan pronto.

La gente vio cómo apostó enfermería por la sociedad, cómo corrimos riesgos para atender a la población porque era lo prioritario. Esa población debe seguir involucrándose y ver esos contratos de tres horas, o de lunes a viernes para que no incluya el fin de semana. Esa enfermera es una persona asalariada, que tiene que ir a la tienda, que tiene que estar asegurada en sus días libres. Es ante todo una persona. No puede ser que luego se les reclame en la emergencia. Pero para todo ello, desde los estamentos enfermeros debemos apostar por la comunicación. Contar con buenos profesionales que sepan trasladar a la sociedad el sentir de las enfermeras. Las enfermeras estamos agotadas.

Los aplausos de ayer se olvidan pronto”

¿Por qué no se apuesta por la Atención Primaria, que se ha revelado también como clave en esta emergencia sanitaria?

Mientras no haya enfermeras que se involucren en la política, nadie entenderá nuestros problemas. Cuando la enfermería esté en los puestos políticos se pondrá en valor nuestra profesión, mientras estemos gobernados por intereses políticos y por personal no suficiente cualificado no entenderá la vocación de servicio que tiene la profesión. Es obligado ese servicio, nos va innato. Es nuestra vocación, ¿como es vocacional tenemos que arrodillarnos? ¿No pueden entender los políticos que no es así?. La gente está mal pagada, no queremos más palmaditas en la espalda. Pero no sólo hace falta corazón, hay que poner un poco de cerebro también.

¿Como nuestra profesión es vocacional tenemos que arrodillarnos?»

Volviendo a la pandemia, Galicia va bien, ¿tienes miedo de que la población se relaje ahora que no estamos exentos de que llegue próximamente una nueva oleada del virus?

Se está educando a la población, desde las redes sociales, los colegios de enfermería también, desde todos los estamentos. La gente está asustada porque vio lo que ocurrió en Madrid. Las personas llevan mascarilla y respetan la distancia. Hay respeto por lo desconocido, la gente entiende que hay que tomar ciertas medidas. Pero si llega de nuevo el virus nos coge mejor preparados, hay protocolos, acopio de material, ya nos hemos enfrentado a ello.