REDACCIÓN.- Un grupo de 18 enfermeras ha comenzado un programa piloto en el Hospital Universitario Josep Trueta, de Gerona, que pueden prescribir medicamentos y productos sanitarios mediante receta electrónica, con firma propia. Tal y como anuncian desde el centro, este es un paso muy importante para el despliegue de la prescripción enfermera, una reivindicación histórica del colectivo que este año comienza a ser una realidad.
Fue el pasado verano cuando se entregó al primer grupo de 18 enfermeras el certificado de firma digital, que les permite firmar la orden de dispensación en el formato de receta electrónica. Estas enfermeras son, en su mayoría, referentes de diferentes procesos asistenciales y enfermeras de triaje. Con la prescripción enfermera ganan mucha autonomía, dado que hasta ahora necesitaban la colaboración de un médico para que les hiciera la prescripción de los medicamentos o productos que ellas recomiendan a sus pacientes.
Glòria Vaquer, enfermera clínica en estomaterapia del hospital, explica que “las personas que llevan ostomías utilizan unos dispositivos que se dispensan en la farmacia, con receta. Por tanto, poder hacer la prescripción directamente significa que el paciente se ahorra tener que conectar con la atención primaria, que le den una cita telemática y que le actualicen la receta para después poder ir a la farmacia. Es una ventaja para todos y es una mejora para el sistema sanitario, tanto desde el punto de vista hospitalario como de la atención primaria, pero sobre todo para la persona usuaria y su familia.”
Su compañera Gemma Serra, enfermera clínica en estomaterapia del centro, explica que “tenemos pacientes que llevan, dos, tres e, incluso, cuatro dispositivos de ostomía adheridos a su cuerpo, y la prescripción enfermera nos permite ser mucho más precisos a la hora de asignar los dispositivos adecuados para cada usuario que, a su vez, se ahorra unos trámites que hasta ahora han sido más complejos”.
Un momento histórico
Lluïsa Garcia, responsable de la Unidad de Continuidad Asistencial, califica el momento como “histórico”. “¡Para mí es una reivindicación de tantos y tantos años! Es un gran paso para la enfermería, porque contempla los cuidados que hace la enfermera de una manera autónoma”, apunta.
Las enfermeras ponen también el acento en el compromiso que adquiere la profesión ante el sistema: “Estamos utilizando recursos públicos, farmacéuticos… Por tanto, debemos tener muy claro que la prescripción sea la adecuada, tanto en lo que respecta al uso como en la cantidad y que sea coherente con las necesidades del paciente”, afirman.