GEMA ROMERO.- Andalucía es la comunidad pionera en materia de prescripción. Sus enfermeras llevan desde 2010 indicando medicamentos y productos sanitarios, pues es la única región que ha desarrollado y aplicado su propio decreto de prescripción enfermera (2009), que posteriormente adaptaron al Real Decreto nacional. Desde DiaroEnfermero.es nos hemos trasladado hasta el centro de salud “Enfermera Josefina Carmona”, en Fernán Núñez (Córdoba) para comprobar cómo han sido estos años de experiencia en materia de prescripción enfermera. Así funciona la prescripción enfermera en Andalucía.
Como cuenta Isabel Alcaide, coordinadora de cuidados de Enfermería de la Unidad de Gestión Clínica de Fernán Núñez, “al principio había cierta suspicacia, cierto recelo entre los profesionales, un poco de escepticismo ante las nuevas responsabilidades. Pero, por otro lado, también ha supuesto una motivación y un reconocimiento tanto profesional como social y una implicación en la mejora continua. Hemos podido comprobar de primera mano que los enfermeros están más implicados en el tema de la prescripción porque puede ser finalista y resolver diversos cuadros patológicos”.
Como explica la enfermera “siempre que estamos prescribiendo un medicamento o un producto sanitario estamos atendiendo a alguna necesidad básica que tiene el paciente alterada, como puede ser la alimentación, la respiración, moverse adecuadamente y siempre, siempre lo hacemos atendiendo a una respuesta humana alterada”, algo que puede producirse tanto en el seguimiento de pacientes crónicos como en las consultas de acogida que realizan las enfermeras.
Desde la perspectiva enfermera “vamos complementando la atención con una serie de productos y medicamentos para aplicar el cuidado enfermero y dar respuesta a esa necesidad humana alterada”, incide Alcaide.
En un principio esta facultad se inició sólo con productos sanitarios: materiales de cura, tiras, absorbentes… De tal forma que conforme se ha ido ampliado a medicamentos, tanto los que requieren receta como los que no, “no ha costado que el paciente se adapte a ello. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de darle una mayor accesibilidad”, constata la coordinadora de Fernán Núñez.
Guías y protocolos
Para el desarrollo de esta competencia Andalucía ha elaborado una seria de guías y protocolos propios que son en los que se basan la actuación enfermera en materia de medicamentos y productos sanitarios. Así, en la denominada prescripción colaborativa, la región cuenta con una serie de protocolos en los que las enfermeras realizan el seguimiento individualizado de los pacientes una vez que el médico ha pautado el tratamiento. En este caso, la enfermera tiene capacidad para modificar la pauta establecida en función de los protocolos pactados entre médicos y enfermeros en patologías como la diabetes, la anticoagulación oral, sedación paliativa o el tratamiento con hipolipemiantes y/o antihipertensivos.
También cuenta con la ayuda de una Guía de prescripción enfermera basada en diagnósticos, resultados e intervenciones de enfermería, elaborada por el Distrito Sanitario Málaga-Guadalhorce. “Nos guiamos por esa guía en la cual se incluyen todos los medicamentos que la enfermera puede prescribir con sus indicaciones, su posología, sus contraindicaciones y sus efectos secundarios”.
Prescripción autónoma
En el ámbito público, las enfermeras ya tienen habilitado el sistema de receta electrónica para poder realizar la prescripción autónoma de medicamentos y productos sanitarios mediante la orden de dispensación enfermera. De tal forma que cuando un paciente acude a revisión, pide cita con su enfermera, o es atendido en las consultas enfermeras de acogida en caso de tratarse de un paciente sin cita, si su proceso está incluido en los protocolos aprobados la enfermera realiza la valoración, diagnóstico y prescripción de la medicación pertinente. Tras la visita con la enfermera, el paciente podrá acudir con su receta a la farmacia para retirar el fármaco prescrito, ya sea de un producto financiado por el Sistema Nacional de Salud o no.
Para poder realizar esta competencia las enfermeras han de estar acreditadas. De tal forma que todas las profesionales con más de un año de experiencia profesional directamente pueden descargar el certificado que las faculta para la indicación, uso y autorización de la dispensación de medicamentos y productos sanitarios.
Este certificado habilita a las enfermeras y enfermeros tanto para la prescripción independiente como para la prescripción colaborativa en los protocolos vigentes en la actualidad en el Sistema Sanitario Público de Andalucía, hasta la revisión o incorporación de nuevos protocolos validados desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Aquellas enfermeras que no cuentan con ese requisito de experiencia profesional deben realizar un curso de formación que organiza la Escuela Andaluza de Salud Pública de forma virtual y que está abierto permanentemente.