DAVID RUIPÉREZ.- Desplazarse por una gran ciudad requiere tiempo por la distancia y el tráfico, pero siempre los recorridos son más agiles si se hacen sobre dos ruedas sorteando el atasco. Barcelona es una ciudad muy motera por el clima y la orografía y hace cuatro años dos enfermeros decidieron poner en marcha una empresa de servicios de atención domiciliaria basada precisamente en eso, en desplazarse sobre dos ruedas para hacer analíticas, curas o poner inyectables. Ahora dan trabajo a 14 compañeros más en un claro ejemplo de que la profesión enfermera tiene vida más allá de los hospitales y centros de salud.
Xavi Jorner, enfermero del SEM (Servicio de Emergencias de Cataluña) y José Valladares, matrón decidieron emprender una aventura empresarial para proveer con eficacia servicios a laboratorios de análisis clínicos, aseguradoras y también centros de salud, que en el modelo catalán sí conciben esta externalización de servicios. La bautizaron como DUIS (acrónimo en catalán de Diplomados Universitarios en Enfermería) “Los enfermeros que trabajan con nosotros tienen su propia moto y, por lo general, este trabajo complementa a otro. La mayor parte del trabajo son las analíticas a domicilio, pero también -un 20% de las salidas- son para aplicar curas en personas inmovilizadas, ya sean úlceras, cuidados posoperatorios u otras heridas, además de administrar medicamentos inyectables”, explica Jornet.
El sistema de desplazamientos motorizados optimiza el tiempo hasta lograr una media de 60 a 70 servicios diarios. Al cabo del año son unos 15.000, con lo que, según sus impulsores, convierte a DUIS en la empresa que más servicios de esta naturaleza presta en Cataluña.
Jornet piensa que hay que dar nuevos enfoques a la Sanidad y que, por ejemplo, “no tiene sentido que se abuse de los ingresos hospitalarios -ocupar una cama normal, no de UCI, cuesta unos 300 euros al día- en pacientes que pueden recibir los cuidados en casa más cómodamente y sin riesgos asociados a la hospitalización, como las infecciones nosocomiales. Es absurdo ingresar a alguien para ponerle unas inyecciones o en un largo posoperatorio. La población está envejeciendo y en muchos casos para el paciente lo mejor es ser atendido en casa. Además, en esas visitas, valoramos el estado general del paciente y se le pude derivar al hospital o al centro de salud si es necesario”.
“En las Facultades debería enseñarse a los enfermeros que esta profesión permite trabajar de muchas formas distintas, no sólo con una jornada de ocho horas en el hospital. Vamos a presentar nuestra iniciativa próximamente al Colegio de Enfermería de Barcelona (COIB) y sabemos que desde la institución se va a potenciar el autoempleo y se va a ayudar a muchas enfermeras a poner en marcha sus empresas, concluye Jornet.