ÁNGEL M. GREGORIS.- Cada vez son más las lesiones graves que se producen en el cuello y la cabeza de los más pequeños por culpa de caídas de televisores, y es muy probable que estas dolencias continúen aumentando debido al mayor tamaño y menor coste de estos aparatos en los últimos años.
En España, el 99,2% de hogares tienen uno o más televisores, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, y tal y como destaca la revista Journal of Neurosurgery: Pediatrics en su último número, muchos no se fijan correctamente a las paredes ni se utilizan bases estables para su colocación.
Actualmente, como el tamaño de los televisores ha crecido, es más probable que al caerse causen fracturas y hemorragias intracraneales más graves, que pueden ocasionar grandes problemas en los accidentados, sobre todo cuando son niños. El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Toronto y el Hospital St. Michael, de Toronto (Canadá), resaltaba que eran los niños entre uno y tres años los más susceptibles de sufrir este tipo de lesiones, que suelen ocurrir cuando los menores intentan subirse a los muebles para coger sus juguetes o se tropiezan con televisores mal colocados.
“Los padres tienen que darse cuenta de que estos aparatos pueden perjudicar a los niños, pero estas lesiones son muy predecibles y prevenibles”, afirma Michael Cusimano, autor principal del estudio.
Durante la realización del trabajo, los investigadores analizaron 29 estudios sobre el tema de siete países distintos y encontraron que el 84% de las lesiones ocurrieron en casa y tres cuartas partes de estas no las presenciaron los adultos.
“Los padres están cada vez más ocupados y no tienen mucho tiempo para supervisar a los niños, así que no es de extrañar que estas lesiones hayan aumentado en los últimos tiempos”, subraya Cusimano. Esto, junto a la baja estatura de los niños, que hace más probable la lesión al caer el televisor, y la falta de lenguaje para que expresen el dolor, hace que se agrave la dolencia.
El investigador apunta a que el problema muchas veces “puede ser la mala colocación de los televisores en sitios como muebles que no están diseñados para este fin o no están asegurados adecuadamente a la pared”.
Desde Atención Primaria, el enfermero David Sánchez considera que para evitar estos accidentes sería bueno que se incluyese la recomendación de una buena fijación del televisor en el programa del Niño Sano. “Es importante que se trabaje a nivel institucional para que se exija desde la normativa europea que los anclajes de estos aparatos cumplan ciertas normas de seguridad y que en las instrucciones aparezca el aviso concreto de cómo debe colocarse”, afirma Sánchez.
El estudio considera necesario educar tanto a niños como a padres, profesores y profesionales sanitarios sobre los peligros de las caídas de televisores; evitar dejar juguetes o mandos a distancia en la parte superior de los muebles, colocar los televisores con una distancia de seguridad, y establecer regulaciones para el anclaje de los televisores tanto si son en plano como en la pared, tal y como han manifestado los investigadores. Estas son sólo algunas de las recomendaciones que se deberían llevar a cabo para que percances como la muerte de una niña el pasado mes de junio en Almendralejos (Badajoz) a causa de una caída de un televisor no vuelva a repetirse.
“Esperamos que los profesionales sanitarios tomen un papel más activo para prevenir estas lesiones, las autoridades hagan cambios en la normativa vigente y los cuidadores empleen las estrategias necesarias para evitar estos problemas”, concluye Cusimano.