MARINA VIEIRA.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que, hasta los seis meses, la lactancia materna es un método de alimentación suficiente para cubrir las necesidades del bebé. Sin embargo, a partir de esa edad, los bebés comienzan a necesitar más nutrientes para cumplir con sus exigencias físicas de energía y, por esta razón, se empieza a introducir la alimentación complementaria. Hay distintas formas de introducir alimentos diferentes a la leche materna en la dieta de los niños y no hay consenso sobre cuál es la manera adecuada de hacerlo. Un equipo de enfermeros ha realizado una investigación que ha sido publicada en la Revista Metas de Enfermería donde se ha concluido la eficacia del Baby-Lead Weaning como un método de alimentación complementaria del lactante. Tal y cómo se explica en el artículo, esta forma de introducir comida distinta a la leche materna en la dieta del bebé consiste en que el «propio lactante se lleva a la boca, en función de su apetito y preferencias, trocitos de alimentos sólidos no procesados de un tamaño y forma adecuados para su manipulación con las manos», explican los autores en la revista científica.
Para Luis Celda, enfermero de la Escuela de Enfermería del Hospital La Fe de Valencia y uno de los autores principales del estudio este método alimenticio centra su eficacia en que «una alternativa alimentaria menos rígida y valorada positivamente tanto por los padres como por los profesionales de la salud», además el enfermero argumenta que tal y cómo se explica en el artículo «el Baby-Led Weaning es un método protector frente al sobrepeso y no presenta mayor riesgo de asfixia. Aunque podría asociarse con un mayor déficit de hierro, en su versión modificada no se observan diferencias con respecto a la alimentación tradicional. Además, la mayoría de los padres tienen una percepción positiva y lo recomendarían», concreta el enfermero investigador.
¿Riesgo de asfixia?
Pese a que muchos padres que se plantean probarlo puedan tener reticencias por miedo a la asfixia de sus hijos, Celda afirma que «es una inquietud común en esta alternativa de alimentación, los distintos estudios analizados defienden que el lactante que sigue el Baby-Led Weaning presenta un menor riesgo de asfixia que los alimentados por el método tradicional en el que se enseña a los infantes a tragar los alimentos sin masticarlos primero. Así pues, siguiendo unas normas básicas de seguridad que los profesionales de la salud deben enseñar a los padres es un método seguro frente al atragantamiento». El enfermero recomienda, antes de introducir este método, asegurarse que «el lactante tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune y las destrezas psicomotoras necesarias para poder manejar y tragar los alimentos de forma segura».
Beneficios
El enfermero y su equipo de investigadores consideran este método seguro para la alimentación del bebé y defienden que tiene beneficios más allá de los nutricionales. «Se le da al bebé la oportunidad de explorar una mayor variedad de sabores y texturas, lo que facilita la aceptación de alimentos más diversos y la promoción de una alimentación más saludable. No obstante, en el contexto español, los estudios realizados sobre este método de alimentación complementaria son escasos todavía, aspecto que explicaría que aún sea poco recomendado por parte de los profesionales de la salud. Sería preciso llevar a cabo más líneas de investigación que indaguen y prueben los beneficios del Baby- Led-Weaning», concluye.