MARINA VIEIRA.-  Beber un vaso de vino tinto cada día, como parte de una dieta sana, puede ayudar a pacientes con tipo dos de diabetes a mejorar su salud cardiovascular y controlar el colesterol. A esta conclusión se ha llegado en un artículo publicado por la revista Annals of Internal Medicine. “Tanto el vino tinto como el vino blanco mejoran el control de glucosa en sangre, dependiendo de la metabolización del alcohol y del perfil genético de la persona que lo ingiere”, relatan sus investigadores.

Los pacientes con diabetes tienen más riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares que el resto de la población y tienen menor nivel de lipoproteina de alta densidad o HDL, conocido popularmente como colesterol “bueno”. A pesar de los numerosos estudios que recomiendan el consumo moderado de alcohol, es un tema que continúa siendo controvertido, especialmente en personas con diabetes, por la falta de estudios a largo plazo que certifiquen los beneficios concretos que la ingesta moderada de alcohol tiene para personas con esta enfermedad.

La investigación se centraba en evaluar los efectos del consumo moderado de alcohol en personas con tipo dos de diabetes. También evaluaba si el tipo de vino que se consumía alteraba el resultado del estudio. Se escogieron 224 pacientes con diabetes tipo 2 que deberían elegir entre beber cada noche 150 ml de agua, 150 ml de vino tinto o 150 ml de vino blanco. El estudio tuvo una duración de dos años y al finalizar este periodo de tiempo se midieron los perfiles lípidos y glicémicos de los pacientes, así como indicadores de salud cardiovascular y  de calidad de vida. Todos los pacientes, durante este periodo de tiempo, siguieron el mismo tipo de dieta mediterránea, sin ningún tipo de restricción calórica.

Resultados

Después de dos años de estudio, se observó que los pacientes que bebían vino vieron descender sus riesgos cardiometabólicos comparado con los pacientes que escogieron beber agua mineral. Además, aquellos que eligieron vino tinto experimentaron los cambios más significantes en sus variables de lípidos, sugiriendo una potencial sinergia entre el consumo moderado de alcohol y los componentes no alcohólicos específicos de este tipo de vino en concreto. “Teníamos la hipótesis de que iniciarse con un consumo moderado de alcohol reduciría los riesgos cardiometabólicos” asegura a Diarioenfermero.es Iris Shai, investigadora principal del estudio “Así fue, pero además, descubrimos que aquellos pacientes que consumieron vino tinto, obtuvieron cambios más significantes”

Los investigadores concluyeron que “los diabéticos pueden comenzar con un consumo moderado de alcohol, especialmente vino tinto, como parte de una dieta saludable para ver descender sus riesgos cardiometabólicos”.