La vacunación es un tema muy en boga porque hay muchas novedades a nivel científico, pero también es un reto a nivel social y profesional. Este tema lo conoce bien, Begoña Reyero, presidenta de la Asociación Canaria de Enfermería en Vacunología y una de las autoras de la Guía de Recomendaciones prácticas sobre la vacunación en el adulto sano,  publicada por el Consejo General de Enfermería, a través de su Instituto de Investigación con la colaboración de GSK y el aval de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (Anenvac).

Es la segunda edición de la guía con vacunas más actualizada, ¿qué aporta esta segunda publicación?

Es un manual muy fácil, sobre todo para las nuevas incorporaciones. Quizás el enfermero más adulto que ya vio nuestra anterior guía se puso al día y con esta lo que pretendemos es tener actualizado todas las nuevas incorporaciones o nuevas indicaciones que van fabricándose.

Además, añadimos algunos toques especiales sobre las habilidades de comunicación. Y, como novedades la vacuna del herpes zoster y de la del VRS en el adulto, algo de lo que hasta ahora solo se relacionaba con los niños.

¿El VRS tiene un impacto mucho más alto en adulto de lo que pensamos?

Hace unos años se hablaba de la vacuna de la gripe, de la vacuna del tétanos y todo el mundo sabía que gripe y tétanos eran vacunas del adulto. Ya hemos ido viendo en los años anteriores que se han incorporado, pues la revisión de hepatitis B, las varicela en un momento dado, vacunas como la del COVID… y lo que se está viendo que además epidemiológicamente aparecen nuevos microorganismos, es decir, nuevos agentes que en un momento dado, la incidencia o esas complicaciones, aparecían en edades más tempranas, pero lo que estamos viendo en el caso del VRS es que ya no va a ser solo cosa de niños. De hecho, los estudios que en los últimos años se está realizando se observa cómo impacta este virus a nivel poblacional; y hemos visto que en últimos años en el adulto está creando una gran incidencia y riesgo de complicaciones, hospitalizaciones y muertes. Y, tenemos la suerte que en estos años viendo la epidemiología y la industria farmacéutica, la necesidad de que habría que cubrir a las personas más vulnerables, se pusieron a trabajar y lo que nos viene a contar son las vacunas que tenemos hoy en día para poderle hacer frente a este virus, que ya no solo afecta a los niños con la bronquiolitis, sino que empezaremos a verlo también como una nueva vacuna y un nuevo virus que hay que afrontar para población adulta.

Y, en el caso del herpes zoster es también una de las novedades

Sí. Aquí tenemos que explicar a la población porque parece que el herpes solo afecta a determinadas personas y no tan mayores. Pero date cuenta es un virus que se queda como acartonado en nuestros ganglios una vez hemos pasado la varicela. El 90% de la población pasó la varicela con lo cual es susceptible de tener este herpes en el adulto. El herpes indudablemente no es una enfermedad que mata, pero sí es una enfermedad que produce un dolor terrible.

Entre un 30-50% de la población puede desencadenar un herpes; sobre todo con una secuela que puede quedar con un dolor neuropático que puede durar desde nueve meses hasta años con secuelas importantes, sobre todo a nivel de calidad de vida. No solo tenemos vacunas que nos ayuden a proteger de la hospitalización, la muerte… sino también de las complicaciones de las propias infecciones. Y esta vacuna frente al herpes es la única vacuna que tenemos hoy en día y está dado unos resultados muy buenos. Así que este es otro camino que debemos seguir las enfermeras buscando a esa población susceptible, mayores sobre todo de 80 años. Es una vacuna que está indicada para gente vulnerable a partir de los 18 años y el foco está en 65 y 80 años.

En tu capítulo hablas de cómo comunicar y empatizar con el paciente para que sea sensible a vacunarse, ¿qué podéis hacer las enfermeras para convencer y captar a esos pacientes?

El primer determinante va a ser formarse, con lo cual la guía le va a ayudar a formarse, porque si nosotros estamos formados, podemos comunicar de otra manera. Y luego, y esto es hace ya muchos años que yo empecé a darme cuenta de que la comunicación y el nexo de comunicación, el cómo nos miramos, el cómo empatizamos con la población, hace que las cosas lleguen de una manera de otra. Y, esto había que incluirlo como una de las habilidades que tendríamos no solo para las vacunas, sino en la promoción y en la prevención en general.

Después del COVID es una necesidad que las enfermeras y todos los sanitarios que nos encargamos de hacer promoción. Porque después del COVID hemos notado un repunte del negacionismo o existe mucha más reticencia. La gente espera solventar dudas y que tu le transmitas el mensaje. Y, en este capítulo lo que he intentado es darles herramientas a nuestros compañeros.