ÁNGEL M. GREGORIS.- El próximo 9 de septiembre Carlos y Pilar tenían una cita para casarse, pero una pequeña recaída en la salud de él hizo que se replanteasen todo y que decidiesen adelantar el día. Pidieron Ayuda al personal de Enfermería del Hospital Gregorio Marañón (Madrid) y nadie dudó en brindársela. Javier Espadas y Marta Vázquez, supervisores de Urgencias del centro se pusieron manos a la obra para cumplir el sueño del paciente y de su ahora mujer.
“Hablamos con el médico responsable, nos autorizó a movilizar al paciente para que el evento fuera un poco más idílico, llamamos a la dirección del hospital y así intentamos mover la maquinaria para que se hiciese algo idílico. Los profesionales que trabajamos en el servicio colaboramos a una y los pudimos trasladar a la pérgola, lugar del centro donde se realizó el evento”, explica Marta.
Javier se encargó de acicalar al novio y Marta a la novia, le hicieron un pequeño ramo de flores y lo adecentaron todo para que tuvieran una ceremonia lo más bonita posible. Los anillos los trajeron la familia de los novios.
Algo diferente
“Cuando hablamos con Pilar, ellos tenían pensado que llegase el letrado y realizarlo en la misma cama de la Unidad. Ahí es cuando buscamos un lugar para realizarlo en un sitio diferente. Nos unimos todo el Gregorio Marañón para llevarlo a cabo.
Para ellos, esto forma parte de los cuidados de enfermería, porque tal y como afirma Marta: “Nosotros damos una atención integral y el apoyo emocional forma parte de ello. Ellos nos plantearon la situación y nosotros intentamos hacerla posible con los recursos que teníamos en ese momento para que el evento fuera lo más memorable posible”.
Muy emocionante
Ambos lo recuerdan como un momento muy emocionante y especial. Carlos lloró de felicidad, se pudo hasta levantar de la silla de ruedas y abrazó a todo el personal. “Sacó fuerzas de la emoción que tenía. Fue todo muy bonito”, cuenta Javier.
Y más allá del trabajo y de la situación, Javier y Marta reconocen que siempre recordarán este momento. “Significó para nosotros que nuestro trabajo recobra un gran sentido y tiene una cara maravillosa de cuidar a los pacientes tanto en lo bueno como en lo malo”, subraya el enfermero, a lo que su compañera responde que “ha sido un regalo tanto para ellos como para los novios”.
Emocionados
Tras la foto con la familia, y posteriormente con el personal del Hospital Gregorio Marañón que asistió al acto, los novios agradecieron mucho los preparativos: “Me habéis llenado de ilusión y vida, nunca pensé que fuerais capaces de organizar todo esto en tan poco tiempo”, explicó emocionado Carlos. “Estamos muy agradecidos, llevamos en el corazón el esfuerzo que hacen todos en el hospital por ayudarnos y cuidarnos sin parar”, señaló entre lágrimas Pilar.