ALICIA ALMENDROS / ALIPIO GUTIÉRREZ.- Un lienzo o simplemente un folio les vale para alegrar y reducir la angustia de unos padres preocupados. Un grupo de enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Neonatología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid han cubierto la unidad de pinturas.
La UCI está dividida en varias partes, pero en todas los dibujos son los protagonistas. “La zona donde se encuentran sobre todo grandes prematuros, con tan sólo 25 o 26 semanas de vida, es un espacio silencioso y oscuro con apenas unos puntos de luz para poder trabajar. Los niños están tapados y ya que su estancia es muchas veces dura y dolorosa pensamos que si pintábamos unos muñecos el espacio tendría otro ambiente”, relata Gema de Lucas Vaquero, enfermera del Hospital Clínico San Carlos. Su objetivo era convertir este espacio en lo más acogedor posible. “Entre otras dos compañeras y yo nos pusimos manos a la obra”, explica de Lucas.
Las pinturas son plásticas, no huelen y se secan rápido»
Tras una pequeña reforma estas sanitarias decidieron proponer a la supervisora la idea de decorar la unidad con dibujos de colores. “Aceptaron nuestra propuesta, y nos proporcionaron todo el material que necesitábamos. Como tardó un poco optamos por traer nuestras pinturas y pinceles para ponernos manos a la obra cuanto antes”, prosigue esta enfermera.
Ningún peligro
Al ser tan pequeños estos pacientes son muy inestables por eso trabajan con oscuridad. Hay que evitar molestarles y cuando los cogen intentan hacer todo a la vez, ya que cualquier cosa puede hacer que se encuentren mal. “Intentamos concentrar todas las manipulaciones en una sola, es decir, procuramos tocarles una vez y aprovechar para hacerle todo lo que necesite”, recalca De Lucas. Por eso, las pinturas plásticas no huelen y se secan rápido. Esta era una de las condiciones que les puso el jefe de la unidad, pues esta iniciativa no debía suponer ningún problema a los prematuros, porque muchas veces compaginan la pintura con el cuidado de los pequeños. “En algunas ocasiones pintamos y a la vez estamos con los niños, por lo que ni nosotras ni la unidad podíamos oler a pintura”, explica De Lucas.
Un acuario repleto de peces, un árbol con una niña columpiándose o una familia son algunos de los dibujos que recubren las paredes de esta unidad.
La UVI pequeña
María Fernández, otra de las enfermeras de este área, muestra la UVI pequeña, también conocida como UCI2, donde se encuentran los niños que están algo mejor. “Suelen ingresar en la UCI grande y una vez que a nivel respiratorio y demás están mejor les traemos aquí. Aunque hay cinco puestos, solemos ocupar sólo cuatro porque se deja uno libre por si hubiera un ingreso más”, comenta Fernández. Su trabajo es cuidar de estos niños, que se mantengan hemodinámicamente estables y estén en contacto con sus padres.
Su objetivo es que los niños se mantengan estables»
Una de las funciones de María en esta zona es sacar el bebé a canguro. “Lo primero de todo es lavarse bien las manos, hasta los codos, cada vez que manipulamos al bebé. Cogemos todo lo necesario para la manipulación del niño: pañales, agua estéril para lavarle los ojos, jeringa… Es muy importante que reciban el menor estímulo posible, tanto de luz como de sonido. Las manipulaciones siempre tienen que ser muy suaves e irle despertando poco a poco. Una vez que le tenemos limpio desconectamos bien los cables para saber dónde hay que poner cada cable después. Abrimos la incubadora y el papá o a la mamá ya sabe lo que tiene que hacer. Se abre la faja e introducimos al bebé dentro y se les coloca la sonda y los cables que necesite. Durante el tiempo que esté fuera, la incubadora tiene que estar cerrada para evitar que se pierda la temperatura y la humedad”, relata Fernández.
Desde ahí los bebés pasan a cuidados medios. En esa zona los padres pueden estar el tiempo que quieran con ellos y acceder las 24 horas del día. “Estos niños son más grandes, y muchos están a punto de marcharse a casa”, explica Desideria Valiente, auxiliar de enfermería del hospital. Cuando vio lo que hacían sus compañeras les pidió participar en esta iniciativa.
Agradecidos
Estas profesionales son unas artistas. Tanto es así, que los familiares de los pequeños están encantados. “Los padres están contentos: algunos incluso nos han comentado, no sé si de verdad o de broma, que vayamos a sus casas y pintemos la habitación de su niño, pero les decimos que no tenemos tiempo”, relata Valiente.
Aunque hasta el momento sólo la UCI de neonatología del Hospital Clínico San Carlos cuenta con estas obras que derrochan optimismo, estas enfermeras aseguran que pintarían la UCI de adultos si se lo propusiesen. “Dibujaríamos algo diferente pero siempre divertido; pinturas que sean alegres para animar a las personas que se encuentran allí”, concluye Valiente.