REDACCIÓN.- El Área de Salud de Cáceres y la Asociación para el Voluntariado del Colegio de Enfermería de Cáceres han presentado el nuevo programa de acompañamiento a pacientes que no tienen una red de apoyo familiar y social.
Durante el acto, David Zambrano, gerente del Área de Salud de Cáceres del Servicio Extremeño de Salud, explicó que este protocolo “parte de una iniciativa del Colegio de Enfermería de Cáceres, que pone a nuestra disposición un grupo de profesionales voluntarios de enfermería, con el objetivo principal de potenciar estrategias de humanización en el ámbito sanitario dirigido la población que no posea una red de apoyo social y/o afectiva en nuestra Área de Salud, mediante el acompañamiento en procesos de hospitalización, consultas externas, pruebas diagnósticas, pruebas terapéuticas y las gestiones administrativas que éstas puedan generar”. Iniciativa a la que, gracias a la Subdirección de Cuidados y Humanización del SES, se le dio forma y se firmó un convenio de colaboración para su puesta en marcha.
En toda la provincia
Por su parte, Raquel Rodríguez Llanos, presidenta del colegio, destacó que “las acciones de la asociación se van a desarrollar no solamente en el Área de Salud de Cáceres, sino también en toda la provincia”. “Hemos empezado con una primera acción que es este protocolo de acompañamiento que surge de las necesidades y la vulnerabilidad que tienen los pacientes y los familiares que necesitan un acompañamiento. En dicho acompañamiento van a estar enfermeras y enfermeros que forman parte de esa asociación, que lo hacen de manera altruista y voluntaria para dar cuidado y apoyo; dirigido no solamente para aquellas enfermeras que están en activo y forman parte de la asociación sino también para enfermeras y enfermeros en situación de jubilación”, puntualizó.
Manuela Bobadilla del Pozo, subdirectora de Cuidados y Humanización de la Asistencia, señaló que cuando leyó el protocolo “vio que hablaba de estrategia, es decir de un camino, una forma, no un hecho aislado, de algo que va unido a muchas cosas, a muchos aspectos y que tiene una finalidad. Se han juntado a dialogar dos instituciones con valores tan importantes como la solidaridad, el acompañamiento… y se ha materializado en voluntariado abierto, participativo e intergeneracional que combina, con el necesario equilibrio, las dimensiones de ayuda y participación, sin renunciar a su aspiración a la transformación de la sociedad y enfocado más a la calidad que a la cantidad”, apuntó, citando estas palabras que se pueden leer en el preámbulo de la Ley del Voluntariado.
Humanización
“Este proyecto lleva implícito la humanización –continuó- el apoyo, la participación, el compromiso, la transformación y si hablamos de humanización, hablamos de personas. Personas como seres: con valores, creencias, forma de entender la vida… personas que en momentos puntuales tienen que pasar por situaciones de perdidas de salud que implican miedo y que este protocolo pretende detectar su vulnerabilidad y ofrecer la posibilidad de acompañarles; personas vulnerables que a veces pasan desapercibidas y que tienen falta de apoyo familiar o social”, recalcó.
Por último, Ana Peromingo, coordinadora del SAU Cáceres, fue la encargada de explicar el protocolo: “Desde el SAU nos implicamos en este proyecto para coordinar, formar si fuera preciso, planificar y por último realizar un seguimiento y evaluación de cada proceso de acompañamiento realizado. Creemos que es una iniciativa necesaria porque, atendemos a un conjunto de población mayoritariamente rural y envejecida que es donde se puede detectar un porcentaje mayor de riesgo social. Está dirigido a personas con escasa o nula red social: personas sin hogar, personas mayores, inmigrantes, drogodependientes, personas procedentes de centros residenciales (mayores, discapacitados, menores) que no cuenten con apoyo familiar, mujeres víctimas de violencia de género. Lo pueden solicitar todas las personas que lo precisen que, no los pueda acompañar nadie de su entorno familiar o social para las citas de consultas y pruebas ambulatorias y aquellas que lo demanden durante los procesos de hospitalización, salvo contraindicación clínica (restricción de acompañamiento)”.