NADIA OSMÁN GARCÍA.- El Día Mundial de la Salud Mental da voz a problemas que, en muchas ocasiones, son silentes por miedo a la aceptación y al “qué dirán”, pero están ahí. Para este año el lema elegido ha sido Educación inclusiva, salud mental positiva, con el objetivo -explica la Confederación de Salud Mental de España- de reivindicar una educación que apueste por los valores, que trabaje la diversidad y la inclusión, y que tenga en cuenta los retos de una sociedad que cambia a una velocidad de vértigo, para que se consiga una salud mental más positiva de las generaciones futuras. No obstante, la profesión enfermera cuenta con especialistas que trabajan durante todo el año a distintos niveles, y tratan patologías, como ansiedad y depresión, que distan de ser un simple estado de ánimo bajo y que, si no se abordan a tiempo, pueden desembocar en cuadros depresivos de mayor gravedad. Es el caso de Dolores María Plaza Quesada, una enfermera que pone su granito de arena para evitarlo, pero desde el más absoluto conocimiento, puesto que su experiencia profesional está enfocada a la Salud Mental.
En la actualidad ejerce como enfermera de Familia en el Centro de Salud La Plata/Palmete de Sevilla. También es tutora clínica del Practicum de los alumnos de Grado en Enfermería, en el centro de salud, después de haberse forjado durante seis años en el desaparecido Hospital Psiquiátrico de Miraflores, haber coordinado la Unidad de Salud Mental del área Hospitalaria Virgen Macarena y haberse graduado en Psicología.
Grupo de afrontamiento de la ansiedad
La labor de Mª Dolores Plaza consiste en promocionar y prevenir la enfermedad, a través de la educación e investigación. Esto, sumado a su bagaje profesional, propició que los médicos de su centro de salud, tomando como referencia el programa psicoeducativo en Atención Primaria del Distrito de Málaga, que consiste en un entrenamiento basado en la combinación de relajación y psicoeducación sobre la ansiedad, la propusieran como la persona más idónea para impartir el curso “Grupo de Afrontamiento de la Ansiedad”-elaborado por profesionales de Sevilla- a unas usuarias. La coordinadora de Enfermería y el director médico avalaron la propuesta y la Unidad de Salud Mental Comunitaria (USMC) del Área Virgen del Rocío concluyó su realización en el Centro de Salud La Plata/Palmete de Sevilla.
El curso “Grupo de Afrontamiento de la Ansiedad” fue impartido por esta profesional de enfermería durante los meses de abril a junio de este mismo año, distribuido en ocho sesiones.
Plaza detecta que “el problema está en el nivel y el grado que se experimente de ansiedad, en la forma en que los estímulos nos alarman, el reaccionar con ansiedad a las dificultades sin poder controlarla o autorregularla produciendo un malestar clínicamente significativo y afectando a muchas áreas de nuestra vida. En el centro de salud donde trabajo cada vez se dan más cuadros de ansiedad, crisis de angustias, alteración del estado del ánimo, por lo que considero pertinente comenzar a trabajar más extensamente con este tipo de pacientes”. Y eso fue precisamente lo que hizo.
Las pacientes, con edades comprendidas entre 18 y 50 años, diagnosticad as de algún trastorno de ansiedad o pánico, se beneficiaron de este espacio de cooperación entre Atención Primaria y Salud Mental, y llegaban a esta enfermera a través del médico de familia. Los objetivos perseguidos eran “facilitar conocimientos sobre el manejo de la ansiedad, aprendizaje de una técnica de relajación que permita practicarla al final del programa en su casa y reducir o eliminar la medicación”. A estos, Plaza Quesada propuso: “conseguir un cambio en la forma de procesar la información, lograr una respuesta más adaptativa a los cambios, mejorar la resolución de problemas e incrementar los recursos psicológicos propios y las habilidades sociales”. Para ello, contó con documentación variada que le fue entregada, como cuestionarios para medir la ansiedad y depresión y de evolución, hoja de derivación, entrevista de inclusión, encuesta de satisfacción y material auditivo para las clases de relajación. Por su parte, se encargó de los distintos materiales necesarios, como colchonetas, e implementó “conocimientos más extensos sobre las patologías tratadas y sobre el procesamiento de la información, tipos de pensamiento y de personalidad, técnicas de resolución de problemas y cómo comunicar una crítica”, además de ampliar conocimientos en habilidades sociales. “También introduje otras técnicas de meditación y relajación, así como lecturas de libros relacionados con los contenidos, una hoja de medición de la ansiedad, y debates y puestas en común, de manera que las clases se ampliaron a 3 horas, cuando el horario establecido era de 2 horas aproximadamente “, explica.
Resultados
Esta enfermera encargada de impartir el curso comenta que “cuando se forma el grupo, la asistencia es totalmente voluntaria, sin embargo se les pide e invita que acudan a todas las sesiones porque es un curso de formación continua, muy enriquecedor, para mejorar las alteraciones psicológicas que padecen” y se enorgullece al afirmar que “como muestran los resultados de los cuestionarios de evaluación, todas ellas han mejorado considerablemente, han disminuido la medicación con compromiso de eliminarla completamente”. De manera que se constata, que “la enfermería, en su especialidad de Salud Mental, tiene mucha importancia en este ámbito y las competencias que reúne este profesional puede repercutir en una atención especializada para la ansiedad y la depresión y, por consiguiente, mejorar la salud mental de la población”. Por su parte, reconoce que “aún continúa la estigmatización del paciente mental y el simple hecho de que el médico de atención primaria indique al usuario una visita a la Unidad de Salud Mental Comunitaria, le provoca malestar y una negación de su problema, con conductas de evitación. Desde mi punto de vista es una oportunidad para ampliar el espacio de cooperación entre Atención Primaria y Salud Mental”. Es por todo esto, que la propuesta que figura en el programa tiene proyección de futuro, mediante la realización de varios cursos a lo largo del año. Sin embargo, dice esta enfermera, “para llevarlo a cabo sería conveniente implementar más tiempo para realizar todo el trabajo, desde la cumplimentación de los Cuestionarios y la Hoja de derivación por parte del médico de Atención Primaria, la entrevista realizada por la enfermera de Salud Mental, hasta la puesta en marcha de todas las sesiones y la posterior evaluación de resultados. Además, contemplar la dotación de espacios establecidos, para acometer las contingencias de cada una de las tareas”.
Situación actual
Plaza Quesada cree en la importancia de tratar de manera directa la ansiedad, sin rodeos, porque “me considero una defensora de la idea de que todo se encuentra en nuestra mente. Con la información, el compromiso y las herramientas adecuadas podremos trabajar la motivación de la población, la concienciación de que se puede cambiar la forma de pensar y de actuar. Por supuesto no es un trabajo baladí, no es algo que se consigue de un día para otro, sino que conlleva esfuerzo, tiempo, recursos humanos y técnicos, dedicación, y que ‘te lo creas’, tanto el terapeuta como el paciente. Este binomio solo se puede conseguir si le pones ‘pasión’ a tu trabajo”.
Desde sus comienzos profesionales en el Hospital Psiquiátrico de Miraflores de Sevilla y de la Reforma Psiquiátrica en el 1984, esta enfermera y psicóloga afirma haber conocido a muy buenos profesionales que creen en una sociedad mejor, “donde el paciente mental tenga derecho a una atención integral y de calidad, con profesionales formados en la materia y recursos para mejorar sus trastornos”. Sin embargo, apunta, “también creo en el tópico de que la Salud Mental es ‘la hermanita fea’ del Sistema de Salud, que se ha ido incorporando muy poco a poco a la Sanidad Pública”.
Tras el cierre definitivo del Psiquiátrico en el año 2000 y la aparición de varios dispositivos de Salud Mental, tales como las Unidades de Agudos de los Hospitales Generales, las Comunidades Terapeúticas, las Unidades de Rehabilitación, las Unidades de Salud Mental Comunitaria y los pisos concertados, considera que “en la actualidad sigue faltando un eslabón entre Atención Primaria (Centros de Salud) y las Unidades de Salud Mental Comunitaria, para mejorar todos los casos de ansiedad y depresión que puedan ser tratados por enfermeros/as de Salud Mental.
Asimismo, la idea de ubicar en los centros de salud como primer nivel de atención, a otros profesionales, tales como psicólogos clínicos y psicólogos generales sanitarios, me parece más que nada una necesidad”. Y es que, “cada vez se dan más casos de este tipo de trastornos y cada vez los usuarios demandan más el ‘premio o reforzador a corto plazo’, es decir, el inyectable que los calma durante varias horas y mañana vuelta a empezar”.