GEMA ROMERO .- La relación entre el cambio climático y la salud es clara. Las enfermedades que causan mayor número de muertes en el mundo, la neumonía, el infarto cerebral y los problemas cardiovasculares, están directamente relacionadas con efectos ambientales resultantes del cambio climático como son: el aumento de temperaturas agravadas por la alta contaminación y la mala calidad del aire, las olas de calor, la falta de acceso a agua o los eventos climáticos extremos como inundaciones o sequías.
Para corroborlo el Instituto DKV de la Vida Saludable y ECODES han presentado el informe “Cambio Climático y Salud”, elaborado con el objetivo de demostrar el papel fundamental que el medio ambiente juega en la salud y en la calidad de vida de las personas.
Así, el informe explica el impacto del cambio climático en la salud y su relación con la pobreza, la equidad de género y la infancia, abordando sus consecuencias sociales negativas y revisando qué medidas son necesarias para hacer frente a estos impactos, así como qué puede hacer la ciudadanía para formar parte de la solución.
Impacto evidente
Este impacto es cada vez más evidente y sus efectos sobre la salud también. Así, entre los principales datos que han presentado señalan que “España es uno de los países del mundo donde más olas de calor se registran al cabo del año. Este fenómeno meteorológico aumenta el riesgo de morir entre un 10% y un 20% esos días”.
Además, “se estima que, en 2050, las olas de calor causarán 120.000 muerteas anuales más de los habitual en la Unión Eropea, con un coste económico de 15.000 millones de euros si no se adoptar medidas adicionales”.
La solución, en manos de todos
Como explicaba Victor Viñuales, director de ECODES, “se necesita hacer un cambio masivo y muy rápido en nuestros hábitos, sobre todo de consumo, pero siendo conscientes de que el cambio climático sólo se puede vencer pagando a escote. Luchar contra el cambio climático es trabajo de todos: gobiernos, empresas y ciudadanía.”, señalaba en la presentación del informe.
Aunque empresas y gobiernos tienen mucho todavía pendiente, todos tenemos mucho que aportar. “Cada persona tiene la co-responsabilidad de llevar a cabo acciones para combatir las consecuencias negativas del cambio climático. Desde la acción individual hasta la acciones colectivas, existen multitud de herramientas a disposición de todos y todas para hacerlo; no hay excusa para no actuar, porque no podemos esperar más, nuestra salud no puede esperar, pues no es posible tener buena salud en un planeta enfermo”, sostenía.
Bajo esta premisa de que la solución es posible, y está en manos de todos, Anabel Sánchez, de la Fundación alternativas y coatura del informe exponía que son necesarias medidas de metigación drásticas del cambio climático, médidas de adaptación de la población, reforzar el análisis e investigación, priorizar la prevención y optar por soluciones inclusivas.
En este sentido los profesionales sanitarios también tienen mucho que camino que recorrer. “Primero entender un poco mejor cuáles son esos vínculos, cuáles son las cadenas, cómo se desencadena el impacto entre cambio climático y salud, intentar hacer más cercana esa conexión entre los problemas ambientales y los problemas de salud. Pero, sobre todo, incidir en todo lo que existe entre la prevención y la salud”, explica Anabel Sánchez. Así, ponía como ejemplo, potenciar en los pacientes que caminen o cojan la bici para desplazarse, que resulta bueno para la salud, pero también para el medio ambiente.