REDACCIÓN.- El Hospital Infantil Universitario Niño Jesús ha desarrollado un estudio en el que concluye que el cansancio es la principal secuela que presentan los niños ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos tras haber presentado COVID-19. La investigación se ha realizado en la consulta post-UCIP con más de 30 niños, donde se ha detectado que este síntoma se manifiesta en actividades tan cotidianas como jugar, correr o caminar, y suele desaparecer tras varias semanas.

La investigación, liderada por la médica del centro Inés Leoz, y cuyos resultados han sido publicados en la revista Medicina Intensiva, se ha realizado con niños que habían sido ingresados en la UCIP desde el inicio de la pandemia hasta julio de 2021, y compara aquellos pacientes que ingresaron a causa de padecer el virus, y los que lo hicieron por otras causas ajenas al mismo.

Las dos únicas diferencias que se constataron es que los niños ingresados por COVID-19 podían incorporarse antes al colegio, pero referían un mayor cansancio a la hora de hacer actividades que para ellos eran normales, como jugar, correr o caminar. Sin embargo, Tras el ingreso en una UCIP, sea cual sea la causa, algunos pacientes presentaban problemas de sueño, ansiedad o síntomas de estrés.

Desde que comenzó la pandemia por COVID, 52 niños han sido ingresados en la UCI del Hospital Niño Jesús a causa de este virus. Gracias a la puesta en marcha de la vacunación en niños, se ve como poco a poco se registra un notable descenso en el número de ingresos por este motivo.

Consulta POST-UCIP

En el Hospital Universitario Niño Jesús la atención integral a los menores que precisan ingreso en UCIP no termina cuando el paciente recibe el alta de la unidad, sino que continua de forma ambulatoria con la denominada consulta post-UCIP. Una consulta multidisciplinar compuesta por una intensivista pediátrica, una enfermera y una psicóloga. En dicha consulta, a través de una historia clínica, una exploración física y una evaluación psicosocial, se evalúa la recuperación de los pacientes y sus familias tanto desde el punto de vista físico, como psicológico: limitaciones que puedan persistir, nuevos problemas o si han podido incorporarse a actividades cotidianas como el ejercicio o asistir al colegio.