REDACCIÓN / AGENCIAS.- Durante su participación en los actos de San Juan de Dios, patrón de los profesionales de enfermería, la vicepresidenta y consejera de Sanidad y Servicios Sociales de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha hecho dos anuncios relevantes para la enfermería: el primero, el “inminente” cambio de la denominación de la categoría ATS/DUE por la de Enfermería; el segundo, la creación a lo largo de este mes de las plazas de Enfermería en el área de salud mental.

Sáenz de Buruaga ha enmarcado estas medidas dentro del desarrollo del Pacto Profesional por la Sanidad que, según ha asegurado, “representa ante todo una firme apuesta por el fortalecimiento de las competencias de la enfermería cántabra, su reconocimiento y desarrollo profesional”.

La titular de Sanidad del Ejecutivo cántabro ha destacado la implicación de los enfermeros “en momentos de severísima dificultad” y ha calificado de “hitos que han marcado la diferencia” la participación de los enfermeros en la planificación y en el fomento de la educación para la salud de la población, su integración en los equipos de valoración y en la gestión del sistema de atención a la dependencia y el trabajo conjunto que han desarrollado en la prevención de la violencia en el trabajo.

Además, ha destacado el papel de los profesionales de enfermería en los principales retos de futuro de la Sanidad, como son la atención a la cronicidad y el modelo de atención sociosanitaria, “ámbitos en los que la enfermería está llamada a ser un referente indiscutible”, ha declarado.

Por último, la consejera ha destacado durante su intervención que los profesionales de enfermería son “los más valorados” entre el personal sanitario y ha hecho hincapié en la combinación entre ciencia y humanismo que dirige su trabajo, algo que también ha puesto de relieve la presidenta del Colegio Oficial de Enfermería, Rocío Cardeñoso, que se ha referido a los valores de “respeto a la vida, a la dignidad y a los derechos de los seres humanos” como ejes fundamentales en el objetivo de “prestar mejor servicio posible a la sociedad”.

Constituida la Comisión de Violencia en el Trabajo Sanitario de Cantabria

La Comisión de Violencia en el Trabajo Sanitario de Cantabria ha quedado constituida tras la celebración de la primera reunión de este órgano, presidido por el gerente del Servicio Cántabro de Salud, Carlos León, y que está integrado por los presidentes del Colegio de Enfermería y de Médicos. También forman parte del órgano los representantes de CC.OO y CSIF y personal de Riesgos Laborales de Atención primaria y Especializada.

El objetivo de esta nueva comisión es analizar los incidentes violentos que se han producido contra el personal de la sanidad cántabra y de esta forma mantener actualizado el Registro de Incidentes de Violencia, donde se centralizan todas las notificaciones de los profesionales del sistema sanitario.

Durante la reunión se han analizado las medidas implementadas dentro del Plan de Prevención y Atención ante Incidentes Violentos en la sanidad pública, puesto en marcha hace un año, como las acciones formativas, a las que se han inscrito más de 3.500 profesionales de la sanidad pública, y la instalación en todos los centros de salud del ‘botón de alarma’, que les permite avisar al resto de sus compañeros en caso de que se esté produciendo una situación potencialmente peligrosa para su integridad física

Además, se han analizado los contactos existentes con el Ministerio para la clasificación del personal sanitario como autoridad pública y se han abordado posibles acciones futuras como el desarrollo de una formación específica y la extensión del ‘botón de alarma’ a consultorios rurales y hospitales de la comunidad autónoma.

La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales puso en marcha el Plan de Prevención y Atención ante Incidentes Violentos en la sanidad pública el pasado año como respuesta al compromiso que su titular, María José Sáenz de Buruaga, adquirió con los profesionales sanitarios de Cantabria dentro de la política de tolerancia cero ante las agresiones.

El plan recoge medidas preventivas y actuaciones a las que pueden recurrir los profesionales frente a agresiones o amenazas por parte de los usuarios del sistema sanitario público de la comunidad autónoma.