REDACCIÓN/EUROPA PRESS.- El Parlamento de Cantabria llevará al Congreso de los Diputados una proposición de ley para acabar con la “discriminación profesional y el agravio comparativo” que, a su juicio, sufre el personal de Enfermería y Fisioterapia respecto a otros profesionales sanitarios y lograr su reclasificación profesional en un único grupo A, sin subgrupos funcionariales. Así, Cantabria pedirá la reclasificación de las enfermeras en un grupo A único en el Congreso de los Diputados.
Así se ha aprobado este lunes, por unanimidad en el Pleno del Parlamento regional, donde ha salido adelante una iniciativa –originalmente presentada por el PRC pero modificada y ampliada con una enmienda del PP– en la que, entre otros puntos, se insta al Gobierno de España a eliminar del Estatuto Básico del Empleado Público la clasificación en subgrupos A1 y A2 y sustituirlos por un único grupo A.
Y es que, en estos momentos, al subgrupo A1 de empleos públicos pertenecen los médicos, mientras que en el A2 están, entre otros, los profesionales de Enfermería y Fisioterapia, algo que éstos –y también los grupos del Parlamento– ven como una “discriminación”, una clasificación profesional “obsoleta” que “no es coherente ni respeta la nueva estructura de las titulaciones universitarias implantada tras el Plan Bolonia” que homogeniza todas las titulaciones universitarias al denominado grado universitario.
Según ha explicado la diputada del PRC Paula Fernández en la exposición de la propuesta, la permanencia de esta clasificación que mantiene a los profesionales de Enfermería y Fisioterapia en el A2 les impide el acceso a determinados puestos directivos y de gestión a los que sí pueden acceder otros profesionales sanitarios y trabajadores de la Administración que están incluidos en el subgrupo A1.
Los regionalistas han considerado que esta “injusticia” merece una “respuesta” de la Administración y es por ello por la que ha presentado la iniciativa, que incluye no solo la petición al Gobierno de España para llevar a cabo esta reclasificación profesional sino el compromiso de la Cámara cántabra a presentar ante la Mesa del Congreso una proposición de ley para hacer efectivo el cambio que reclama.
Antes de la votación, Fernández reclamaba al resto de grupos no caer en el “error” de decir que lo que se va a hacer es “equiparar a los enfermeros con los médicos” pues “no se trata de eso”. “Los médicos son médicos y una enfermera no es un médico. Y un médico tampoco es una enfermera. Se trata de que las enfermeras tengan la categoría profesional que les corresponde con su formación universitaria”, ha aclarado.
Enmiendas
A la iniciativa regionalista, PP y PSOE han presentado respectivas enmiendas, si bien la de los populares ha sido aceptada por el PRC y la de los socialistas no.
La principal aportación de la enmienda del PP es que incluye un punto en el que se insta al Gobierno de España a “estudiar el coste económico” de la reclasificación que se propone y reclamar que se dote a las comunidades “de los recursos necesarios para su puesta en marcha”.
El PRC, que también ve “fundamental” que dicho coste económico no recaiga en las comunidades autónomas, ha considerado que la petición del PP “enriquece y da seriedad a la iniciativa”, por lo que la ha aceptado.
No ha ocurrido lo mismo con la del PSOE, que, sin citar de forma expresa el caso del personal de Enfermería y Fisioterapia, aludía de forma más genérica a la necesidad de revisar la clasificación actual, y añadía otras consideraciones más amplias que no citaba la iniciativa original.
Esto ha hecho que los regionalistas, aun “estando de acuerdo en parte” de lo que plantea, no la haya aceptado. “Soplar y sorber no puede ser. No nos podemos entretener y esto y no puede esperar, no vamos a aceptarlo porque ahora estamos con este colectivo”, ha dicho Fernández.
Pese a ello, los socialistas han votado a favor de la iniciativa que finalmente se ha votado (la del PRC con las modificaciones aportadas por el PP).
La aprobación de la iniciativa ha sido recibida con “satisfacción” por parte del grupo proponente, y también por parte de los representantes enfermeros que han seguido in situ el debate, entre ellos la presidenta del Colegio de Enfermeras y Enfermeros de Cantabria. Para Mariluz Fernández, “la argumentación de Paula Fernandez, tanto a nivel histórico como legislativo ha sido fantástica. Esta decisión que se ha tomado en Cantabria es muy importante. Ojalá otros parlamentos tomen ejemplo y entre todos consegamos esta modificación que es tan importante por las enfermeras y su futuro profesional”, ha señalado en declaraciones a DiarioEnfermero.es.
La enfermería ha tenido y tiene un problema principal, y el padecimiento de estar doblegada a la clase médica, un colectivo históricamente masculino y privilegiado que teme la pérdida de la supremacía en la pirámide sanitaria que ellos conciben como eje de la sanidad. La concentración del poder en la clase médica es el principal obstáculo para poder garantizar una atención sanitaria integral, que incorpore las aportaciones de todos y cada uno de los profesionales de la salud desde una perspectiva lineal, nunca piramidal. Este cambio de perspectiva es ya necesario y urgente. No es la figura del médico la que debe ocupar el centro de atención, sino el paciente.
El control presupuestario y la redistribución de los recursos son otro de los puntos calientes de este asunto.
Hay que luchar por el cambio de paradigma. Otra sanidad es posible, y será mejor.