DAVID RUIPÉREZ.- La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, no apuesta por la implantación de la figura de la enfermera escolar en todos los centros sanitarios, sino que asegura que la mejor opción es cultivar una estrecha relación entre los centros de salud y los centros educativos. “El sistema sanitario se dedica a la salud y el educativo a la educación, no debemos sacar a los profesionales del entorno sanitario, que es el suyo, porque en cierto modo puede suponer un empobrecimiento profesional”, ha asegurado Carcedo en el coloquio que ha tenido lugar en el Congreso de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud, que se celebra este fin de semana en Oviedo.

“La base del trabajo de las enfermeras tiene que ser el sistema sanitario. Puede estar un año dedicada al apoyo escolar, por ejemplo, y después incorporarse a las consultas externas de un hospital”, ha añadido Carcedo.

La ministra plantea que instalarse en un colegio puede suponer un freno al desarrollo profesional de una enfermera, aunque reconoce que “la educación para la salud es una asignatura pendiente y a la vez es un mandado explícito de la Constitución”.

Respuesta del CGE

Esa posición de Carcedo difiere totalmente de la visión del Consejo General de Enfermería -y otros agentes como las sociedades científicas – que llevan décadas defendiendo que haya enfermeras en los colegios durante toda la jornada escolar. Preguntado al respecto por DIARIO ENFERMERO, Florentino Pérez Raya ha mostrado su rechazo a la postura expresada por Carcedo, “nos parece inaceptable, más aun tratándose de una profesional sanitaria que ha trabajado en atención primaria y ha conocido de primera mano la importante labor de prevención, cuidado y educación para la salud que podemos llegar a realizar las enfermeras si exportamos todo nuestro trabajo a los centros escolares”.

Pérez Raya ha afirmado también “no me cabe en la cabeza que hable de un ’empobrecimiento profesional’ por el hecho de no desarrollar su trabajo en un entorno puramente sanitario. La labor que los profesionales sanitarios realizan en entornos no sanitarios como enfermería escolar, salud laboral o enfermería deportiva, entre otros muchos ejemplos, resulta imprescindible y permite salvar vidas y ayudar a los ciudadanos a manejar sus patologías y problemas de salud. No puedo entender que la ministra haya hecho estas declaraciones y espero de corazón que tenga capacidad de rectificar porque hasta ahora María Luisa Carcedo se ha mostrado siempre receptiva y cercana a las enfermeras y a los pacientes”.

El presidente del Consejo General de Enfermería ha recalcado que “la implantación de la enfermería escolar va a seguir siendo una de nuestras prioridades porque se trata de salvar vidas, garantizar los mejores cuidados posibles a los estudiantes y establecer políticas de prevención y educación para la salud imprescindibles”. Así, ha recordado que en una reciente reunión en el ministerio le trasladamos el tema de la enfermería escolar como un asunto prioritario. Las enfermeras escolares son un pilar fundamental en la salud de la población, de la población escolar y de sus familias a las que los alumnos transmiten los mensajes recibidos, y representan un beneficio tanto para los niños que siguen una medicación o a los que hay que atender en una emergencia, pero también de los que están sanos. Son profesionales que deben estar integrados en la comunidad educativa, que comparten las programaciones, las evaluaciones, las memorias… que realizan una gran labor de educación para la salud en muchos aspectos, como la educación sexual, la nutrición, los hábitos saludables o la higiene”, ha puntualizado.

Eutanasia

En otro orden de cosas, preguntada por los periodistas y comunicadores, Carcedo ha lamentado que la irrupción de las Elecciones Generales ha impedido acabar con los copagos y que no se haya culminado la Ley de Protección a la Infancia y que el Grupo Socialista seguirá trabajando por una Ley que regule la eutanasia -“una ley que podría estar aprobada de sobra”- tras el caso del hombre detenido por suministrar un veneno a su esposa aquejada de esclerosis múltiple. Carcedo apuesta porque las personas decidan sobre este aspecto “autónomamente, conscientemente, con sus valores, su ideología, sus creencias, no hay posibilidad de delegar en nadie. Decide la persona, no debemos culparlo los demás cuando decide que su sufrimiento llegó a su final, que ese sufrimiento no es compatible con su concepto de la dignidad humana”.