EUROPA PRESS.- El Instituto de Salud Carlos III, a través de la Oficina de Proyectos Europeos, y la Fundación Botín acaban de publicar la primera Guía para la redacción de propuestas internacionales del Programa Marco Horizonte 2020, con la que ayudar a los investigadores españoles del área de ciencias de la vida a presentar sus proyectos a esta iniciativa.
La Guía, cuyo título es ‘Explotación y Difusión de Resultados’, pretende ser una herramienta útil a la hora de dar forma definitiva a las propuestas ya que, aunque muchas están bien redactadas, adolecen de incidir lo suficiente en el objetivo y sobretodo en su alcance, según los autores.
Para ello, consideran que, más allá de ser absolutamente necesario justificar la excelencia, es de igual importancia que la propuesta sea completa en todos sus aspectos, incluyendo comunicación, explotación y difusión.
El texto remarca que los evaluadores de las propuestas prestan especial atención al criterio de «Impacto» (donde se incluyen los aspectos de explotación, difusión y divulgación), y éste debe tocar todos los aspectos, no únicamente los científico-técnicos.
De hecho, recuerdan que las opciones de que una propuesta sea aprobada disminuyen drásticamente si no se tiene una buena nota en la parte del impacto, que cada vez es más decisivo para la evaluación de los proyectos.
Asi, se tiene en cuenta la medida en que los resultados del proyecto contribuyan a alcanzar los impactos esperados; mejorar la capacidad de innovación y la integración de los nuevos conocimientos; ayudar al abordaje de los retos sociales de la sociedad europea y en particular los asociados a ciencias de la vida; el fortalecimiento de la competitividad y el crecimiento de los socios industriales, desarrollando y aplicando las innovaciones para satisfacer las necesidades del mercado y alcanzar impactos ambientales, sociales o económicos.
En las últimas convocatorias de H2020, los proyectos de investigación españoles en ciencias de la vida ocuparon la posición quinta, por delante de Italia y justo después de Francia, Países Bajos, Alemania y Reino Unido, coordinando un 13 por ciento de los proyectos concedido y obteniendo unos retornos de casi el 9 por ciento de la financiación destinada a la UE, lo que implica que España retorna más de lo que aporta.