D. RUIPÉREZ / A. ALMENDROS.- Carmen Duque, presidenta de la Sociedad de Enfermería de Urgencias y Emergencias (Seeue), aborda cuestiones como la inseguridad jurídica a la que continúan expuestas las enfermeras en su día a día y que, en el caso de las Urgencias y Emergencias, donde cada segunda cuenta, supone un grave problema. Analizamos también como debe ser la formación de las enfermeras en este ámbito, del porqué debe ser una especialidad y no una formación menor y de las cualidades que los profesionales deben tener cuando hay que tomar decisiones vitales con inmediatez.
Urgencias y Emergencias es un ámbito muy destacado de la profesión, pero no es una especialidad, ¿cuál es la visión de vuestra sociedad de este?
Pues lo que vemos y que desde hace años venimos reivindicando es que si hay un área en la que se requiere una formación específica muy especializada en diferentes áreas clínicas, es la enfermería de urgencias y emergencias. Nosotros como enfermeras de urgencias y emergencias estamos en diferentes áreas, no solamente estamos en intrahospitalaria, también trabajamos en esto hospitalarias como miembro de un equipo sanitario en la UVIs pero también en unidades móviles que de acuerdo a la Ley de Transporte podemos estar en soporte vital avanzado y atender a pacientes de urgencias y urgencias, con lo cual tienes que estar preparado para tomar decisiones clínicas. Un área de máster como es ahora, que son 360 horas, se queda muy corto. Se requiere una especialidad, porque lo que te garantiza no es solamente la formación, sino la preparación in situ.
Has mencionado antes el tema de las ambulancias sin médico, donde hay un enfermero a cargo. Es algo que está funcionando en algunas comunidades autónomas, pero hay ciertas personas que se muestran reticentes e intentan inhabilitar legalmente esa apuesta ¿Cómo está este asunto?
Bueno, desde la sociedad, por supuesto, no solamente abogamos y creemos que de acuerdo a lo que dice la ley, es la forma de soporte vital avanzado que debe existir, sino que además consideramos que es lo que se establece como base. Pero existe una legislación que no está actualizada al Grado, a la capacidad y facultad que tenemos por nuestra titulación académica. Nuestra formación académica de Grado en Ciencias de la Salud nos habilita para poder tomar decisiones clínicas en un momento determinado y dar solución a ese problema con técnicas que son tremendamente demostradas clínicamente, científicamente, con la misma evidencia y que compartimos con otros profesionales como son médicos u otros compañeros del ámbito sanitario.
Creo que hay que darle una vuelta de tuerca al tema de la prescripción enfermera. La farmacología no debe ser una ciencia que sólo esté al servicio de la medicina o de unos pocos, sino que tiene que haber un marco en el que nos permita trabajar y que esté perfectamente identificada con los diagnósticos de enfermería que nosotros podemos dar o los problemas a los que nosotros podemos tratar.
¿Qué tres cualidades innatas tiene una enfermera de emergencias?
Debe tener una competencia clara en la toma de decisiones y de liderazgo, porque en ese momento hay que tomar las riendas y tienes que tomar decisiones rápidas y generar una coordinación con el equipo. Es fundamental también el que la persona tenga seguridad y confianza en lo que hace.
Y luego creo que la comunicación es un elemento fundamental en cualquier equipo de trabajo y no es posible trabajar de forma individual en Urgencias y emergencias, porque trabajas no solo con otros sanitarios, trabajas con policía, bomberos, protección civil, incluso con ciudadanos… Porque en una catástrofe, el simple hecho de decir que todos los que están bien se ponga a ese lado hay que saberlo comunicar.
¿Cuál es la experiencia más dura que has vivido en tu carrera?
Para mí fue un momento muy difícil el 11M porque lo viví en vivo y directo, yo trabajaba en el 12 de Octubre en el servicio de urgencias y cuando entramos pensábamos que había habido un accidente de trenes. Cuando progresivamente empezó a entrar gente nadie sabía qué hacer. Entonces vimos que teníamos que hacer un triaje, cogimos un paquete de folios y en vivo y en directo preparamos todo. Llegaron muchísima gente en furgonetas, muchos de ellos con quemaduras que debíamos derivar a Getafe… fue duro ese momento porque llegó mucha gente muerta.
Pero, sobre todo, el momento más duro para mi fue cuando entré en el centro coordinador de Urgencias y Emergencias de Castilla-La Mancha en Toledo porque para mi fue una experiencia terrible. Estuve a punto de casi renunciar porque cuando llegué yo no estaba acostumbrada al teléfono, a un bombardeo continuo de malas noticias desde que entras hasta que sales durante 24 horas. Y me afecto porque hubo un accidente con niños y en ese momento tenía un niño muy pequeño y pensé que era durísimo. Veía que desde el centro coordinador no podía hacer nada, pero aprendí que este centro es fundamental y que además debes de tener estas cualidades para ver más allá.