ANA MUÑOZ.- Carmen Nieto empezó trabajando en La Paz en 1973 cuando acabó la carrera. Desde entonces ha pasado por varios hospitales y desde 2004 trabaja en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz – Grupo Quirónsalud dónde es responsable de enfermería. Carmen reconoce que la primera vez que se movió de hospital tuvo mucho miedo a dejar “lo bueno conocido” pero se ha dado cuenta de lo enriquecedor que es conocer diferentes sitios, personas y formas de trabajar, y está contenta y orgullosa de haber llevado esta trayectoria.
¿Qué supone ocupar la dirección de enfermería de un gran hospital como es la Fundación Jiménez Díaz de Madrid?
Lo más importante y lo que primero me sugirió este puesto es que era un reto, un reto muy importante. Es un hospital con mucho prestigio desde hace muchos años y estar a la altura es difícil. Pero, sobre todo, es un hospital que es como una familia: las enfermeras se han formado y se han desarrollado profesionalmente en este mismo hospital. Yo vengo de fuera, de un hospital del Sermas, y de cara al equipo, al principio, eres una persona extraña, pero tengo que reconocer que he sido súper bien acogida, tengo una relación maravillosa y ahora mismo me siento integrada como una “conchita” más como dicen ellos.
¿Cuántas enfermeras trabajan aquí?
Estamos 720 enfermeras aproximadamente, sin ser época de vacaciones; no incluye tampoco estudiantes ni auxiliares.
¿Qué cualidades debe reunir un buen director de enfermería y un buen supervisor?
Se suelen decir cualidades como capacidad de liderazgo, saber planificar, saber gestionar… Pero pienso que un directivo tiene que llevar algo innato que es la intuición y el sentido común, todo esto se aprende.
En su caso particular, ¿qué es lo que más le ha ayudado? Intento ser lo más justa posible y escuchar a todo el mundo; de hecho, la puerta de mi despacho está abierta, la gente pasa, me pregunta… ahora tengo que poner cita porque si no, no trabajaría nunca, pero me las encuentro por los pasillos y me paran, me preguntan… Tenemos un acceso directo. También tengo capacidad de liderazgo, aunque no es uno de mis fuertes.
¿En qué servicios del hospital la enfermería juega un papel más relevante?
En todos, cada servicio es peculiar, cada uno necesita de unos conocimientos y de unas cualidades y unas actitudes del personal de enfermería. Desde hace varios años estamos trabajando en algo muy importante, la humanización de los cuidados. ¿Por qué? Porque tenemos mucho interés de que el trato de nuestros pacientes sea exquisito. Que los cuidados sean los mejores pero que el trato sea el mejor también.
¿Qué unidades destacaría del hospital?
Creo que todas las unidades son importantes, pero tenemos algunas que son pioneras y aparte servimos como referencia a otros hospitales, por ejemplo: la unidad de enfermería de disfagia, que es una unidad de referencia a la que vienen profesionales de distintos hospitales de Madrid, incluso de fuera a hacer formación; la unidad del equipo de terapia intravenosa, que imparte formación a profesionales españoles y extranjeros; la realización de los cuidados a pie de cama con una PDA, de modo que disminuimos el tiempo de la enfermera frente a un ordenador y garantizamos 100%de seguridad e identificación de pacientes; la escuela de padres, que les ayuda a llevar lo mejor posible la responsabilidad de qué hacer con su bebé una vez reciben el alta, y la e-consulta, que consiste en la conexión de la enfermera de primaria y la de especializada, algo muy importante para los pacientes porque evita desplazamientos. Además, quería resaltar un servicio puntero que es el banco de sangre, porque contamos con unos métodos de captación muy buenos, de hecho el año pasado fuimos el mejor hospital de donación de todo Madrid —el que más donantes tiene y más sangre recoge— y en lo que llevamos de año seguimos en el primer puesto.
¿Cómo está resultando la experiencia del relevo a pie de cama que implantaron hace unos años?
La satisfacción de los pacientes es impresionante y de la familia también. Aquí partimos de un triple objetivo: favorecer la seguridad del paciente, fomentar el trabajo de equipo y disminuir el ruido en los controles de enfermería. Es un servicio que consiste en que la enfermera que entra de turno y la que sale van habitación por habitación pasándose la información de los pacientes, pero con una plantilla que ya ha elaborado inicialmente la enfermería y en la que se anotan datos como: si es hipertenso, alimentación, si tiene oxígeno… Con esto, conseguimos que el volumen de enfermeros en el control y el ruido en los pasillos disminuya porque las dos enfermeras hacen la ronda conjuntamente. Aunque puede parecer que se pierde tiempo, no es así. No tardan más de 10-15 minutos en hacerse el cambio de turno a pie de cama, lo mismo que tardan en el control.
¿La importancia de la formación?
Es importantísima. Desde aquí promovemos todo lo que podemos la formación, incluso la de nuestros propios profesionales. El beneficio de la formación es muy importante.
¿Es importante la especialización en determinadas áreas de asistencia?
Sí, tenemos enfermeras expertas, no siempre con título oficial de expertas, pero cuyos conocimientos las avalan. Hay enfermeras expertas en úlceras, diabetología, paliativos…