ÁNGEL M. GREGORIS.- El Consejo General de Enfermería advierte que la desigualdad en el número de matronas -enfermeras especialistas en Obstetricia y Ginecología- entre comunidades autónomas pone en riesgo la salud reproductiva y sexual de miles de mujeres en edad fértil (15-49 años). Según las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), existe una enorme diferencia entre la ciudad autónoma de Melilla, con 151,86 matronas por cada 100.000 mujeres en edad fértil, o el País Vasco, con 132,08 matronas, y Asturias, con 41,76, o Canarias, con 24,5. Datos muy alejados también entre sí de la media española (75,1).
Una diferencia enorme entre zonas que supone un retroceso en los cuidados de las mujeres de aquellas comunidades con un menor número de matronas, así como una sobrecarga de trabajo de las profesionales, que, después de tres años de pandemia, se encuentran exhaustas.
Poner solución
Desde el órgano que aglutina a las más de 330.000 enfermeras de España, instan a las administraciones a poner solución a esta situación, puesto que la gran escasez de matronas en la actualidad, así como las futuras jubilaciones, supondrá un gravísimo problema de salud pública en menos de una década.
“Existen en la actualidad casi 10.000 matronas en activo. Este año se están formando 437 nuevas profesionales en esta especialidad, pero siguen siendo insuficientes para atender las necesidades de la población. Nos encontramos en un punto sin retorno y el Ministerio de Sanidad debe instar a las comunidades autónomas a convocar más plazas en las próximas ediciones del EIR. Asimismo, también desde las administraciones autonómicas deben convocarse plazas para incorporar más matronas al sistema de salud”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.
CCAA
En cuanto a las CCAA, a Canarias y a Asturias le siguen Cataluña (59,49), Andalucía (61,37) y Comunidad Valenciana (72,13). Ya dentro de la media se encuentran Castilla-La Mancha (77,91) y Murcia (79,57). Extremadura (80,91), Islas Baleares (82,15) y Madrid (86,74) ya están por encima de la media nacional. Por arriba de la lista, y tras Melilla y País Vasco, se sitúan Navarra (123,75), Castilla y León (111,90), Cantabria (108,35), Aragón (101,48), Ceuta (97,14) y Galicia (91,18).
Por su parte, Montserrat Angulo, vocal matrona del CGE y presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Alicante, destaca que la falta de matronas pone en riesgo una buena calidad de la vida reproductiva de la mujer. “Existe una escasez de todo tipo de trabajadores del área de la salud sexual, reproductiva, materna, neonatal, infantil y adolescente, pero la mayor carencia es de matronas y matrones. Además, es importante destacar que la escasez de matronas y matrones no puede cubrirse con otras especialidades porque también hay carencia global de estas. Un mayor número de matronas y matrones no solo permitiría que más mujeres, adolescentes y recién nacidos tuvieran acceso a sus singulares habilidades, sino que también liberaría a los médicos y enfermeras para que pudieran centrarse en otras necesidades sanitarias”, expresa.
Sistema de salud
Para el CGE, es fundamental aumentar las plazas para formar especialistas en Obstetricia y Ginecología, pero, sobre todo, apostar por estos profesionales en los sistemas de salud. “Contamos con una de las formaciones más avanzadas del mundo en este ámbito ya que además de los 4 años de Grado, una matrona en España completa su formación con 2 años de especialización en Enfermería obstétrico-ginecológica, creando un binomio con el que no cuentan en todos los países. Las matronas salvan vidas y prestan servicios críticos en cuanto a Derechos de la salud sexual y reproductiva cada día, pero sus voces no se escuchan. Las administraciones no pueden ponerse de perfil en este asunto y deben ser conocedoras que la falta de matronas pone en riesgo la salud de todas las mujeres de nuestro país”, puntualiza Angulo.
Atención al parto
De hecho, Montserrat Angulo subraya que en la atención al parto hay que lograr el “one to one” (una matrona por mujer), pero en muchas ocasiones es imposible conseguirlo porque “las matronas no trabajamos sólo en el paritorio”. “En Primaria tenemos un abanico muy grande de atención a la vida sexual y reproductiva de la mujer, en el que se incluye a la adolescencia, anticoncepción, embarazo, parto y postparto, menopausia… En definitiva, es imprescindible poner sobre la mesa el número de matronas que hay actualmente, las que se van a jubilar y ver cuántas mujeres en edad fértil hay para así calcular el déficit que tenemos”, destaca.