IRENE BALLESTEROS.- El VII Congreso Internacional Iberoamericano de Enfermería ha sido el espacio de encuentro e interacción de la producción científica de profesionales de enfermería de diferentes países iberoamericanos, donde el Consejo General de Enfermería ha querido hacer su aportación especial explicando cómo ha impulsado y desarrollado resoluciones que definan el ámbito específico competencial de las enfermeras.
“Estableciendo estos marcos de actuación de los perfiles que ya están desarrollándose pero que no tienen ese marco normativo ni jurídico, el poder hacer este tipo de documentos y resoluciones desde el Consejo les da el apoyo de toda la organización colegial basada en la evidencia con la colaboración de las sociedades científicas y para que luego se puedan presentar en el ministerio y poder optar a los diplomas de acreditación avanzada”, afirma Guadalupe Fontán, enfermera del Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería.
Los dos duros años de pandemia no han sido el único motivo por el que la enfermería está considerada como el pilar más importante dentro del ámbito asistencial. La calidad que ofrecen a los cuidados y el potencial de su formación las sitúan en la élite. Por eso, congresos de este tipo suponen un espacio importante de divulgación científica y de apoyo a estos profesionales. “Enfermería somos el pilar más importante dentro del ámbito de la asistencia sanitaria en nuestro país. No depende tanto de enfermería, que ya hemos demostrado altos niveles de cualificación profesional, sino de nuestros gobernantes que no se deciden a invertir en enfermería que realmente es el soporte más importante y el más beneficioso dentro del ámbito de la salud”, cuenta José María Vázquez Chozas, presidente de la Fundación para la Cooperación, Investigación y Desarrollo de la Enfermería (FUNCIDEN).
De esta forma, profesionales de diferentes países han destacado la falta de reconocimiento y las mejoras necesarias para dignificar su profesión. “La enfermería requiere avanzar en ese tipo de interacción. Tenemos que estar en contacto directo con las comunidades y comprender todas sus percepciones culturales. Necesitamos que otros profesionales de enfermería, que no son profesores, se vinculen en estas comunidades y esto no se convierta en una carga pesada”, concluye Diana Paola Betancurth, docente en Salud Pública de la Universidad de Caldas (Colombia).