ÁNGEL M. GREGORIS.- El Consejo General de Enfermería considera imprescindible fomentar, apostar y trabajar en los nuevos roles de las enfermeras en el circuito oncológico. Convencidos de esta premisa, Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería y miembro del comité científico de All.Can Spain, ha viajado hasta Sevilla para conocer de primera mano el modelo que tiene implantado Andalucía en este sentido y cómo funciona.

Así, Fontán ha podido conocer que la comunidad tiene reconocida la figura de la enfermera de práctica avanzada en Oncología desde 2018. Durante todo este periodo se está evaluando la necesidad de estas enfermeras, que suponen un modelo a seguir para el resto de autonomías. «La estratégica autonómica de Andalucía en este sentido termina a finales de este año y con el informe de seguimiento podremos tener más datos sobre los resultados de implantación de este nuevo rol de enfermera en el proceso oncológico», apunta Fontán.

Informe

Esta figura es una de las recomendaciones que hace el informe “La experiencia del paciente con cáncer: optimización del circuito y mejora de la atención y coordinación hasta el diagnóstico. Ocho recomendaciones para un cambio real”, promovido por el Comité Científico de All.Can Spain.

El informe apunta, en su punto cuatro, la necesidad de definir y desarrollar el nuevo rol de la enfermería en el circuito oncológico. “El Sistema Nacional de salud debe establecer con claridad los nuevos roles de las enfermeras como gestoras de casos. Este papel es fundamental para garantizar y reforzar una coordinación entre niveles y un óptimo acompañamiento al paciente a lo largo del proceso. Las enfermeras gestoras de casos favorecen el uso eficiente de los recursos gracias a su visión holística del sistema, su capacidad de gestión y análisis de los cuidados y a su mayor accesibilidad. Sin duda, su implantación real en todos los ámbitos supone una mejora de la calidad de vida no sólo de los pacientes, sino también de sus familiares y todo su entorno y por supuesto del sistema sanitario”, subraya Fontán.

Modelo a seguir

En este sentido, Andalucía se convierte en un modelo a seguir en cuanto a los nuevos roles de la enfermería en Oncología.

En este punto se pone también de relieve el papel clave de la enfermería en la coordinación desde la propia atención primaria u hospitalaria, a través de las enfermeras de continuidad asistencial o de enlace, ayudando a homogeneizar los procesos de derivación y en la priorización de los pacientes con sospecha de cáncer.

El informe también puesta por promover, a nivel nacional, una mayor coordinación entre los distintos agentes involucrados en el proceso del diagnóstico de cáncer. “Uno de los principales retos a los que se enfrenta el tramo del circuito hasta el diagnóstico es su falta de homogeneidad, dando lugar a un proceso en ocasiones atomizado. Esta circunstancia deriva en que, en determinados supuestos, los pacientes con una sospecha fundada de cáncer transiten por el sistema hasta el diagnóstico a través de rutas poco definidas. Esta indefinición genera retrasos en el diagnóstico”, apuntan.

Así, David Vicente, director de la Estrategia de Cáncer de Andalucía, y Mª Jesús Campos, jefa del servicio de Prevención de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, han estado presentes en la reunión, en la que se ha analizado y comentado cómo es el modelo andaluz en este ámbito.