MARINA VIEIRA.- La genómica personalizada, coloquialmente conocida como medicina personalizada, es la creación de un diagnóstico y tratamiento ad hoc para cada paciente teniendo en cuenta su genoma. A pesar de que llevamos años bautizándola como medicina del futuro, tal y como ha resaltado Gianrico Farrugia,  vicepresidente de la prestigiosa Clínica Mayo, de Rochester, Minnesota, en su discurso inaugural del 4º Congreso Anual sobre Medicina Personalizada, -“es un asunto de pura actualidad, tanto  para mejorar el diagnóstico de los pacientes como para tratar o prevenir enfermedades.”

¿En qué campos destaca su efectividad?

Este innovador, casi futurista, método está en constante desarrollo y aplicación en la práctica médica.  Variables desde el farmacogenoma, que se ha puesto en funcionamiento por profesionales de la ya citada Clínica Mayo, ha ayudado a prevenir 3.500 reacciones adversas a medicamentos en el último año, pasando por estudios microbióticos, utilizados para conocer qué enfermedades tiene riesgo de contraer  el paciente e incluso saber cómo va a reponerse éste de ellas. Llegando hasta otros de los usos que ya se han materializado en la práctica médica, como son las secuencias de elementos del genoma a través de los cuales, actualmente, los físicos pueden responder a preguntas de pacientes que han estado años bajo tratamientos inefectivos o biopsias líquidas que son utilizadas como marcadores de la mutación de ciertos cánceres, e incluso análisis prenatales de ADN no invasivos, que sirven para conocer diferentes alteraciones genéticas durante el parto.

Precisión clínica que, aunque tiene un enorme recorrido por delante, permite que la medicina avance siempre hacia un mejor diagnóstico de los pacientes, es ahora mismo una realidad visible y aplicable en diferentes sectores de la medicina.