ÁNGEL M. GREGORIS.- Ocho apellidos vascos, Hancock, Del revés y Hotel Budapest son sólo algunas de las películas que los pacientes de la Unidad de Hospitalización Breve de Psiquiatría del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid) han podido ver durante estos meses en el cine de verano que el centro ha organizado en la terraza al aire libre que acaba de abrir.
Este espacio llega después de años de las peticiones por parte de todo el equipo sanitario y los pacientes, que demandaban un lugar así. “El sitio ya estaba cuando abrimos la unidad en 2008, pero no tenía las condiciones adecuadas y ahora hemos conseguido que lo pusieran a punto. Ha sido una sugerencia de todos. Tener un sitio así es muy importante porque para estos enfermos es muy gratificante disponer de un espacio abierto y poder tener contacto con el sol de manera diaria”, explica Gema Rubia, supervisora de la unidad.
La terraza, denominada “Mente y cielo”, supone un respaldo directo a la humanización de la atención sanitaria, uno de los objetivos fundamentales para el cuidado de los pacientes y más aún si cabe en el ámbito de la Salud Mental. “Es una unidad de corta estancia y la media suelen ser unos 13 días de ingreso, pero hay que tener en cuenta que ellos no pueden ni abrir las ventanas, por lo que el hecho de subir y respirar aire les ayuda a no sentirse completamente encerrados”, resalta Rubia.
Además de para el cine de verano, la apertura de la terraza ha servido para trasladar alguna de las actividades que los enfermeros hacían con ellos diariamente en el interior. “Hay un taller en el que los pacientes hacen actividades físicas y si las condiciones climatológicas nos lo permiten, intentamos que se desarrolle en la terraza”, cuenta Rubia, que considera imprescindible el papel de las enfermeras con estos pacientes.
Para ella, todas las actividades que se ejecuten van muy enfocadas a la educación para la salud y a la recuperación de hábitos de vida saludable. “Hay que recordar que estos pacientes no sólo suelen tener su patología mental, sino que muchas veces también sufren sobrepeso, hipertensión, diabetes, y hay que ayudarlos. Hemos conseguido aconsejarles cómo deben comer, practicar ejercicio y, en definitiva, inculcarles pautas para que lleven una vida sana”, destaca Rubia.
Por último, en estos primeros meses, la terraza también se está utilizando para las visitas de familiares durante la hora y media que pueden verlos al día.
“Todas estas actividades influyen mucho en los pacientes. Cuando se inició la unidad queríamos que estuviesen entretenidos y aprovechasen el tiempo para que cuando saliesen a la calle supiesen afrontar la vida de la manera más normal posible y evitar así el estigma”, concluye la supervisora.
Un Comentario
skynet
Alguien voló sobre el nido del cuco versión «ha muerto franco» saquemos a los locos a hacer la fotosíntesis.