RAQUEL GONZÁLEZ.- Por tercer año consecutivo, el número de víctimas de violencia de género en España se ha incrementado. Los datos correspondientes a 2017, presentados hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística, son los más preocupantes desde 2012, con 29.008 casos registrados. Además, ese mismo año, el número de mujeres que murieron víctimas de esa violencia fue de 51, de las cuales, sólo 12 habían denunciado, según datos del Ministerio de Sanidad. “Algo estaremos haciendo mal cuando, a pesar de la introducción de una ley específica de violencia de género en 2004 y la firma de un Pacto de Estado al respecto en 2017, decenas de mujeres siguen muriendo cada año a manos de sus parejas o ex parejas. En lo que va de año, ya son 12 las mujeres que han muerto por este motivo. Con los datos que tenemos, no podemos ser optimistas, pero no por ello dejaremos de denunciarlo”. Así lo ha puesto de manifiesto esta mañana la directora de la Escuela Internacional de Ciencias de la Salud, Pilar Fernández, durante el encuentro organizado conjuntamente con el Colegio de Enfermería de A Coruña en esta provincia para tratar de analizar el problema y buscar soluciones.

En su inauguración, Amador Villaverde Castiñeiras, presidente del Colegio de Enfermería de A Coruña, ha puesto de manifiesto el compromiso y la sensibilidad de la enfermería en general y de su colegio en particular con este problema. “Nos preocupa. Y nos preocupa mucho porque supone una lacra que cuesta la vida de muchas mujeres y afecta a la de muchas otras. Os recuerdo que el artículo 14 de nuestro Código Deontológico nos dice: ‘todo ser humano tiene derecho a la vida, a la seguridad de su persona y a la protección de la salud. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, en su familia o su domicilio’. Esta premisa mueve nuestra labor diaria, en pequeñas dolencias o accidentes leves o graves, pero toma relevancia cuando la afección para la salud está causada por la violencia, de cualquier tipo, y, más aún, la machista, la que ejercen los hombres contra las mujeres con las que comparten o compartieron sus vidas. Nuestra labor, además, está orientada por valores de humanidad, de empatía con el paciente y de relación personal, con lo que, más que nunca, esta situación nos pone en alerta y debemos saber qué hacer y cómo de la mejor manera”.

Una perspectiva judicial

La Jornada, que se prolongará durante todo el día en el Paraninfo do Reitorado de la Universidad de A Coruña con acceso libre y gratuito, cuenta con ponentes de reconocido prestigio en distintos ámbitos relacionados con la violencia de género. Entre ellos, María Tardón Olmos, presidenta de la Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid, especializada en este campo, y primera ponente de este encuentro. En su intervención, ha hecho notar que “una vez más, cuando se habla de violencia de género, el auditorio se llena de mujeres, afortunadamente, los hombres que asisten y se comprometen con esta causa, lo hacen de verdad”.

La magistrada ha recordado que “la violencia machista no entiende de sistemas políticos, económicos o sociales” y ha insistido en que es necesario proteger y ayudar a las víctimas. “La respuesta pasa por una formación adecuada. No puede ser que cuando la mujer se decide por fin a denunciar obtenga como respuesta una actitud de suficiencia o recriminación por no haber denunciado antes”. Además, “debemos establecer mecanismos que permitan que estas mujeres sean independientes económicamente, no deben depender de sus maridos porque entonces es muy difícil poner fin a la situación. Hay que ayudarlas a conseguir trabajo o, si son mujeres mayores, que tengan los recursos necesarios para vivir”.

La anulación de la víctima es una de las consecuencias de la violencia machista continuada, una anulación que lleva a la mujer a cuestionarse incluso si está siendo maltratada y que a menudo supone que, aun habiendo denunciado, no se atreva a declarar, lo que conlleva en muchos casos el sobreseimiento del caso. Por ello, ha insistido la magistrada, “el testimonio de aquellos que presencian la violencia en la calle o de la Guardia Civil o la Policía es fundamental y gracias a estos testimonios se consiguen condenas que, de otra forma, no hubiera sido posible por la imposibilidad de la víctima para declarar”.

María Tardón ha señalado también que “en la mayor parte de los casos de muerte de hijos e hijas menores a manos de sus progenitores, detrás se encuentra la violencia machista”.

Medir las palabras

A continuación, ha intervenido la periodista Begoña del Pueyo, coordinadora del programa Julia en la Onda en Onda Cero, que ha reflexionado sobre qué tipo de informaciones pueden o deben darse en los medios de comunicación y del cómo hacerlo. Para esta periodista, afirmaciones como que el hijo de un maltratador es un maltratador en potencia es injusto y peligroso porque, entre otras cosas, estigmatiza la víctima, por lo que debe tenerse cuidado con lo que se dice cuando se está ante un micrófono.

Una jornada por delante

El encuentro contará también con una mesa redonda sobre el liderazgo enfermero en la lucha contra la violencia de género, en la que se hablará del problema en el ámbito de las redes sociales y de la infancia y de los mecanismos para detectarla en el entorno sanitario.

Esta tarde, además, se celebrará un debate sobre cómo responder a la violencia de género desde una perspectiva multidisciplinar y concluirá con el testimonio de Ana Bella, presidenta y fundadora de la Fundación Ana Bella.