ANA MUÑOZ.- Tradicionalmente, los sanitarios han venido recomendando a los padres de niños menores de tres años no dar a sus hijos frutos secos para comer, por ser uno de los grupos de alimentos que más alergias causan entre los pequeños. Ahora, un ensayo clínico cuyos resultados han sido publicados en la edición digital de New England Journal of Medicine revela evidencias de que el consumo de alimentos que contengan cacahuete durante los primeros meses de vida puede evitar que los niños con alto riesgo de padecer una alergia a este fruto seco finalmente la desarrollen.
El estudio, bajo el título Learning Early About Peanut Allergy, (“Aprendizaje Temprano sobre la Alergia al Cacahuete”), diseñado y conducido por la Red de Tolerancia Inmunológica y dirigido por el profesor Gideon Lack del King’s College de Londres, acaba de ser presentado en la Reunión Anual de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología. Se trata del primer ensayo aleatorio llevado a cabo para buscar maneras de prevenir la alergia alimentaria en un amplio colectivo de niños con un elevado riesgo de padecerla.
La prevalencia de la alergia al cacahuete se ha duplicado en los últimos 10 años en Estados Unidos y Reino Unido. Algo parecido ha ocurrido en España, donde la prevalencia de la alergia a los alimentos pasó en poco más de una década del 3,6% al 7,4%, según el Informe Alergológica. La alergia al cacahuete se desarrolla en los primeros años de vida y actualmente no tiene cura. Las personas alérgicas tienen que ser extremadamente precavidas ya que incluso una mínima traza del producto puede provocar una reacción.
La alergia no es otra cosa que un tipo de respuesta por parte del sistema inmune del cuerpo a las proteínas del cacahuete en la dieta que puede provocar reacciones adversas que van desde la aparición de urticarias y dolor abdominal a asma severa que requiere de un tratamiento inmediato con epinefrina.
Un 81% menos de alergias
El estudio publicado en New England Journal of Medicine se ha basado en la hipótesis de que ingerir regularmente productos que contienen cacahuete, cuando se hace desde los primeros meses de vida, puede suscitar una respuesta inmune protectora en lugar de una reacción inmunológica alérgica. El ensayo aleatorio llevado a cabo para el estudio implicó a más de 600 bebés entre los 4 y los 11 meses con elevado riesgo de padecer alergia al cacahuete, para probar si el consumo o la abstinencia de este fruto seco hasta la edad de 5 años se traducía en un descenso de la incidencia de la alergia.
Así, los niños fueron asignados al azar para evitar totalmente el cacahuete o incluir regularmente al menos 6 gramos de proteína de este fruto seco por semana en sus dietas. La mitad consumió; la otra mitad lo evitó. Los regímenes de consumo o evitación continuaron hasta los 5 años de edad y se monitorizó a los participantes durante todo el tiempo con visitas de profesionales de la salud, además de completar encuestas alimentarias por teléfono. Del estudio se excluyó a los bebés que mostraron temprano fuertes signos de tener alergia al cacahuete ya desarrollada, ya que la seguridad y eficacia del consumo temprano de cacahuete en este grupo sigue siendo desconocida y requiere más estudio.
Los investigadores evaluaron la alergia al cacahuete a los 5 años y vieron que menos de un 1% de los niños que tomaron cacahuetes terminaron siendo alérgicos, frente al 17,5% de los que no los tomaron. La reducción global de la alergia, por tanto, era superior al 80%. Así, el consumo sostenido de cacahuete que se inicia en los primeros 11 meses de la vida se demuestra como altamente efectivo en la prevención de la alergia al fruto seco en cuestión.
Los autores del estudio destacan que lo importante de su trabajo es que, si bien durante años los alergólogos, pediatras y guías de salud pública han recomendado a los niños evitar el consumo de alimentos que, como el cacahuete, podían producir alergias, ahora se demuestra que ese consejo era incorrecto y probablemente haya contribuido al auge de la alergia al cacahuete y a otros alimentos. La solución a la alergia al cacahuete podría estar mucho más a la vista de lo que pensábamos: precisamente en la ingesta de cacahuetes desde la más temprana infancia.
Me gusta
Me podrias dar tu correo para consultarte unas dudas?