ALICIA ALMENDROS.- Alicia Negrón es enfermera especialista en Familiar y Comunitaria y quizás una de las enfermeras con coronavirus, pero eso no lo sabe todavía porque como está pasando con otros sanitarios, a fecha de esta entrevista no le han podido hacer la prueba:
“Cuando empezamos seguíamos unos criterios muy cerrados: al principio los pacientes tenían que cumplir todos los requisitos: fiebre, tos seca, sensación de disnea y además haber estado en China o Italia para ser considerados posibles positivos. Pero es cierto que, como enfermera comunitaria, intuía que los síntomas podrían variar de unas personas a otras a medida que supiéramos más del virus; y también que, entre los síntomas, los resultados de las pruebas y los cambios de protocolos, hay un decalaje natural en el que la población acudiría a los centros de salud sin que, ni ellos ni nosotros, supiéramos que contagiaban; y por último, según los datos que conocíamos, las personas jóvenes teníamos menos riesgo de gravedad, así que como Enfermera Comunitaria asumí que venía una crisis de salud pública, y que podía estar más expuesta hasta tener más información sobre este virus. Al centro de salud, a menudo, acuden las personas al inicio de los síntomas, cuando aún no están claros, no tenemos laboratorios al momento, pruebas, aparatos, médicos de otras especialidades, vamos solas a los domicilios,… Las Enfermeras Comunitarias estamos acostumbradas a valora situaciones muy complejas y asumir la incertidumbre como parte importante de nuestra especialidad.
Los pacientes con síntomas leves llamaban al 112, que eran quiénes estaban haciendo la prueba, y estaban saturados, por lo que no podían acudir a los domicilios a hacerles la prueba y recurrían a nosotros… Yo llevo 8 días superando los 38 de fiebre y os puedo decir que esto no es una gripe normal. Yo no he estado con tanto dolor y con tanta fiebre tantos días seguidos nunca. Entiendo que los recursos son los que son, y entre tener una enfermera salvando vidas en una UCI, a tenerla haciendo exudados casa por casa, lo segundo puede esperar.
Los protocolos han cambiado según íbamos teniendo información y las enfermeras que trabajamos en centros de salud hemos atendido a pacientes con «catarro», tos, fiebre, hecho exudados faríngeos,… Y es cierto que, en los hospitales y UCIs, están acostumbrados a trabajar con material de protección desde el principio del turno, pero las enfermeras comunitarias no solemos hacerlo. Por esto, en un principio, cuando se pensaba que este virus no estaba tan extendido, había personas con síntomas leves que consultaban por fiebre o «catarro» o circulaban propagando el virus, por lo que es entendible que durante unos días estuvimos expuestos.
En mi caso, cuando empecé con fiebre, llamé a salud laboral y avisé al 112 para poner en conocimiento que tenía síntomas y era enfermera, para hacerme la prueba cuanto antes y reincorporarme a echar una mano si era negativo. Entiendo que ante esta emergencia sobrecogedora, siga a la espera. Solo me gustaría poder hacer más. Mi familia también ha empezado con síntomas. Sin embargo, quiero pensar que en población joven la estadística juega a nuestro favor, la clave está en no contagiar a nuestros padres, por eso es importante quedarnos en casa”.
#EnPrimeraLíneaDelCoronavirus,