La difusión de noticias falsas de salud en las redes sociales genera desinformación, muchas dudas y afecta al cuidado de la salud en diferentes áreas. Ésta es una de las conclusiones del estudio realizado por Anna Teixiné, Montse Gimena, Mercè Porté; Meritxell Mas, Janina Ballesté y Celmira Laza; enfermeras leridanas que participan en el Congreso Internacional de Enfermería de Helsinki. La investigación demuestra que estamos ante un problema social y de salud pública que genera gran incertidumbre, ya que ha sido en los últimos cinco años cuando se ha producido un estallido incontrolable de fake news en los diferentes medios de información, especialmente en las redes sociales.

Sin evidencia científica

El estudio de estas enfermeras leridanas ha identificado diversos tipos de desinformación, como bromas, exageraciones, descontextualización y engaños. Se trata de contenidos falsos, sin evidencia científica alguna y que abarcan temas cruciales, que se difunden por canales diversos. La máxima explosión de estos “bulos” tuvo lugar durante la pandemia de la Covid-19 donde se expandían noticias sin ninguna veracidad y que no eran contrastadas que se comunicaban a través de plataformas digitales, redes sociales, y otros canales de comunicación. El resultado fue la confusión de la ciudadanía y el incremento de su preocupación.

La investigación en este campo ha demostrado que esta desinformación puede afectar a la salud individual y colectiva, por lo que es necesario, según los autores, reforzar la alfabetización digital y promover la difusión de información verificada para combatir la propagación de estas noticias falsas que ponen en riesgo la labor de los profesionales