REDACCIÓN.- Ante el comienzo el próximo lunes del curso escolar para los alumnos de segundo ciclo de educación Infantil, y de Primaria y Especial –tras el regreso a las guarderías de los más pequeños la pasada semana y el inicio de las clases el próximo día 15 para la comunidad educativa de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional-, el Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba ha ofrecido una serie de consejos sanitarios y de prevención para la salud de cara a esta nueva vuelta al cole, además de recordar la importancia de seguir las recomendaciones frente al COVID-19 en las aulas señaladas por las autoridades sanitarias. Consejos centrados en las patologías tradicionalmente vinculadas al regreso a las aulas y que más preocupan o inciden en las familias cordobesas.

Educación Infantil

Como ha explicado la supervisora de Enfermería del servicio de Pediatría del Hospital San Juan de Dios de Córdoba, Ana de la Bella, en el ‘Desayuno informativo Córdoba Enfermera’, durante los primeros años de la vida escolar las enfermedades infecciosas más frecuentes son las que afectan a las vías respiratorias, como bronquiolitis, gripe y catarros; así como también las enfermedades que producen diarrea y vómitos, infecciones de la piel, conjuntivitis y pediculosis (piojos). “Y muchas de estas enfermedades cursan con fiebre”, ha indicado.

Frente a estas infecciones típicas de la etapa Infantil (de 0 a 6 años) la prevención es fundamental, y se basa en tres pilares: la vacunación correcta de los niños y los adultos cuidadores, evitar la transmisión, y el lavado de manos, que es el factor más importante en la reducción de la transmisión de enfermedades en las escuelas infantiles, así como el lavado a menudo de los juguetes de uso común.

No obstante, y ante la aparición ya de alguna de estas enfermedades, y teniendo en cuenta que el pequeño puede que no duerma bien por la noche y que prefiera dormir durante cortos periodos de tiempo durante el día, es recomendable que la habitación no esté muy caliente, abrir las ventanas para ventilar y mantener una higiene adecuada. “En los primeros días, es posible que no quiera comer –continúa Ana de la Bella-, por lo que no hay que empeñarse en que tome alimentos; y hay que evitar bebidas y alimentos con alto contenido en azúcares en el caso de la gastroenteritis; y ofrecer abundantes líquidos, como agua y sueros de rehidratación”.

En cualquier caso, no hay que volver a la guardería o al colegio hasta 24 horas después de que la fiebre haya desaparecido, y solo acudir a Urgencias si el niño tiene dificultad para respirar adecuadamente, que se evidencia si marca las costillas al respirar, hincha el abdomen, le suena mucho el pecho o tiene pitos, y/o si respira muy deprisa. También es conveniente ir a Urgencias si tiene fiebre alta, difícil de controlar durante bastante tiempo; o si presenta signos de deshidratación, si está decaído y ojeroso, tiene la boca seca, llora sin lágrimas u orina poco.

En Primaria

Continuando con la siguiente etapa educativa de Primaria, y además de las gripes y resfriados, el problema con mayor incidencia es la pediculosis (piojos), “cuyo contagio no está relacionado con la falta de higiene, sino que se produce en contacto directo con ropa, accesorios o personas infectadas. Se contagia con mucha facilidad y la aglomeración de niños en lugares cerrados favorece el contagio”, ha recordado la enfermera experta en Pediatría y referente de cuidados de la Unidad Neonatal del Hospital Quirónsalud Córdoba, María del Mar Muñoz.

Muñoz ha ofrecido una serie de consejos como revisar el pelo de los hijos con frecuencia, recordar que el uso de gominas, lacas o acondicionadores dificulta que los piojos se agarren al pelo; evitar que los niños compartan peines, cepillos, gorras, bufandas o toallas; y limpiar estos con frecuencia con agua caliente. Asimismo, en época de contagio es bueno aplicar a los niños unas gotas de aceite de árbol de té detrás de las orejas, y ya en caso contagio, usar productos pediculicidas como lociones y champús acompañados del uso de una liendrera o peine de púas finas, además de avisar al colegio para que alerten a los demás padres y evitar la propagación del parásito.

TDAH, sobrepeso y diabetes

María del Mar Muñoz ha señalado que el mejor tratamiento contra la obesidad infantil “es la prevención, y ello supone actuar en los primeros años de vida, instaurando en el niño hábitos saludables”. Además, “el niño no debe salir de casa sin desayunar, ya que existe relación entre niños que no desayunan y altos índices de obesidad, y además disminuye el rendimiento escolar”, ha apuntado esta enfermera.

En cuanto al déficit de atención, y entre otros consejos, cabe señalar que los padres deben tener estrategias que ayuden y faciliten que su hijo aprenda a regularse y autocontrolarse. En este sentido, los niños con TDAH necesitan una guía externa de conducta y contar con un ambiente estructurado en casa y unas rutinas establecidas, y es de vital importancia no criticar ni etiquetar al niño, ya que esto afectará a su autoestima y a su comportamiento posterior.

Para el caso de diabetes, la enfermera referente de Cuidados de la Unidad Neonatal del Hospital Quirónsalud Córdoba ha ofrecido una serie de recomendaciones para los padres y madres que tengan que afrontar un debut diabético de su hijo. El primer paso para la adaptación es que el niño se haga una idea clara de lo que ocurre y que reciba explicaciones muy cercanas a la realidad que conoce. Para ayudarlos a conseguirlo se pueden utilizar metáforas relacionadas con su vida, apoyarse en ilustraciones, juegos o videos adaptados a su edad, y transmitirle que es normal que se pueda sentir asustado, triste o enfadado.

Jóvenes y adicciones

Ya en la etapa de educación Secundaria, de los 12 a los 16 años, es cuando suele aparecer la problemática de las adicciones a sustancias como el tabaco, el alcohol y las drogas; o a las nuevas tecnologías como móviles, videojuegos, redes sociales e internet. Al respecto, y como recuerda Inmaculada Algar, coordinadora provincial de las enfermeras referentes de centros educativos de Córdoba, el consumo de sustancias psicoactivas en niños y adolescentes puede perjudicar su desarrollo neurológico e interferir o impedir “los procesos esenciales de crecimiento y maduración, con repercusiones negativas en el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social”; mientras que el mal uso de las tecnologías puede desencadenar también problemas diversos e interferir en la vida cotidiana.

En relación con el tabaco se ha extendido recientemente entre los más jóvenes su consumo mediante cachimbas, aunque “este consumo no es inocuo, pudiendo ser más nocivo que el cigarrillo tradicional, ya que durante la combustión se emiten tóxicos, al margen de las sustancias cancerígenas que contiene el tabaco”, ha alertado Inmaculada Algar. En cualquier caso, y ante cualquier tipo de adicción, la coordinadora provincial de las enfermeras referentes de centros educativos de Córdoba ha reiterado que lo más importante es la prevención. Prevención en la que tanto las familias como los propios colegios e institutos juegan un papel esencial.

Por lo que respecta al acoso escolar o bullying y al estrés o ansiedad, los otros dos grandes temas que preocupan a las familias con hijos en Secundaria y también en Primaria, las enfermeras cordobesas insisten en la importancia de la prevención y la comunicación. Contra el bullying, y además de una buena comunicación y explicación de sus consecuencias, “es importante fomentar valores en los hijos como la responsabilidad, generosidad, tolerancia, honestidad, gratitud; y promover la empatía, así como poner límites en caso de ver actitudes negativas”, apunta Algar. Y para eliminar o reducir el estrés y ansiedad se recomienda aprender a escuchar a los hijos, ser un modelo a seguir y mantener el propio estrés bajo control, promover actividades saludables, enseñar habilidades de manejo del trabajo y de las tareas, no intentar resolver los problemas del hijo adolescente, crear rutinas familiares y no exigir la perfección al hijo