MARINA VIEIRA.- Cada vez es más común encontrar a nuestro alrededor casos de personas cercanas que han sufrido un melanoma. La enfermería, junto con la farmacia y los profesionales médicos, se ha convertido en un buen referente para canalizar las dudas de la población. Es un dato alentador que cada vez más personas busquen a un profesional sanitario para pedir consejo sobre protección solar. Así lo revela el último estudio publicado por CinfaSalud sobre la percepción y hábitos de salud de la población española en torno a la fotoprotección, que determina que “nueve de cada diez españoles acuden a un profesional de la salud a la hora de pedir consejo sobre cómo proteger la piel del sol”. Esto significa que la protección solar supone cada vez más una preocupación de los ciudadanos y que es una inquietud relevante, ya que consideran necesario obtener las recomendaciones por parte de un sanitario.

Protección completa

De acuerdo al estudio desarrollado por CinfaSalud en el que se preguntaba a los encuestados sobre sus hábitos en materia de fotoprotección y se buscaba conocer las principales inquietudes en torno a la reacción del sol sobre la piel, “el cáncer cutáneo, seguido por las quemaduras y el envejecimiento de la piel son los efectos perjudiciales del sol que más preocupan a los españoles”. Como apunta Marta Pérez, enfermera del Instituto Oncológico de la Fundación Jiménez Díaz (Oncohealth), las cremas con factor de protección solar se deben utilizar “durante todo el año, de manera diaria”. También es importante “cubrirse con camisetas, sombreros,  no hay que olvidar usar gafas de sol para proteger los ojos”, aconseja la enfermera. Aunque se recomienda utilizar protectores solares durante todo el año, habrá que prestar especial atención “cuando estamos en la playa, la piscina o pasando un día al aire libre. En estas situaciones la crema solar debería aplicarse cada dos horas o antes, después de bañarse o sudar, o al secarse con la toalla», prestando especial atención en el caso de los niños, “ya que las quemaduras solares en la edad pediátrica son las que más riesgos acarrean a largo plazo. Por ello, estas medidas deberían tomarse tanto para ir a la playa como para realizar actividades al aire libre. Para los bebés menores de seis meses, sin duda, la sombra, la ropa protectora del sol y los sombreros son las mejores opciones”, advierte Marta Pérez.

La radiación IR-A la gran desconocida

Como explica Aurora Garre, del equipo médico de Cinfa, “en este estudio CinfaSalud, hemos constatado que, si bien la población es conocedora en gran medida de los efectos nocivos que producen las radiaciones UV, todavía no existe conciencia en nuestro país sobre otro tipo de radiaciones que también son perjudiciales para nuestra piel, como las infrarrojas A (IR-A)”. La radiación IR-A, que produce sobre la piel una sensación de calor, atraviesa todas las capas de la dermis hasta llegar a la más profunda, la hipodermis, lo que agrava los efectos nocivos de las UV y acelera el proceso de fotoenvejecimiento. En conclusión, debemos crear conciencia de los efectos adversos del astro rey. “No podemos evitar la exposición solar por completo, pero debido a la alta incidencia de cáncer debemos fomentar al máximo la protección y control rutinario para poder manejar los efectos de manera temprana”, concluye Marta Pérez.

Infografía sobre los hábitos de fotoprotección de los españoles. Imagen: Cinfasalud

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