ÁNGEL M. GREGORIS.- Las mujeres de mayor edad que comen más verduras tienen un menor espesor de la pared de la arteria carótida y, por lo tanto, menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, tal y como resalta una investigación publicada en el Journal of the American Heart. El estudio resalta que las verduras crucíferas como el brócoli, la coliflor, el repollo o las coles de Bruselas fueron las más beneficiosas. “Este es uno de los pocos estudios que han explorado el impacto potencial de los vegetales en las medidas de aterosclerosis subclínica, la causa de enfermedad cardiovascular”, afirma Lauren Blekkenhorst, de la Universidad de Western Australia y autora principal del trabajo.

Un total de 954 mujeres australianas de 70 o más años fueron las encargadas de rellenar un cuestionario en las que respondían sobre su hábito de comer vegetales en un rango que iba desde “nunca” hasta “tres o más veces al día”. Además, se hicieron mediciones del espesor de la pared carótida y observaron un grosor de 0,05 milímetros de diferencia entre unas y otras. “Estos datos son muy significativos, ya que una disminución de 0,1 milímetros en el espesor se asocia con una disminución del 10 al 18% en el riesgo de accidente cerebrovascular y ataque cardiaco”, apunta Blekkenhorst.

Asimismo, cada 10 gramos más de ingesta por día de vegetales crucíferos está asociado con un espesor de la pared de la arteria carótida un 0,8% menor. El resto no tenían una asociación directa. “Nuestros resultados continúan mostrando una unión protectora entre las verduras crucíferas y el grosor de la pared de la arteria carótida, pero, sin embargo, debido a la naturaleza observacional del estudio no se puede establecer una relación causal”, destaca la autora. Aun así, considera que “las pautas dietéticas deberían resaltar la importancia de aumentar el consumo de vegetales crucíferos para la protección contra enfermedades vasculares”.