MANUEL A. ARAUJO.- La labor de un enfermero o enfermera de prisiones es a menudo desconocida hasta por los propios compañeros de profesión. El cine, las series y la literatura han aportado una serie de estereotipos alejados de la realidad sanitaria que enmarca el desempeño asistencial de estos profesionales. Ahora, gracias a la aprobación a nivel estatal de cerca de un centenar de plazas (OPE 2018 y OPE 2019), los profesionales de enfermería que quieran formar parte de este cuerpo sanitario cuentan con una oportunidad única. Es por ello que el Colegio Oficial de Enfermería de Córdoba, gracias a la colaboración de José Miguel Guzmán, enfermero de la prisión de Córdoba, ha impartido un seminario en el que los enfermeros y enfermeras de la provincia han conocido en profundidad el trabajo que realiza un enfermero de prisiones, así como las mejores tácticas para afrontar estas oposiciones.
“Los enfermeros y enfermeras de instituciones penitenciarias nos enfrentamos con muchos retos, probablemente uno de los más importantes sea desarrollar nuestra vocación sanitaria de cuidados en el seno de una institución que no es sanitaria», ha comenzado Guzmán, que ha dividido la ponencia en dos partes diferenciadas.
En el primer bloque, este profesional ha explicado en qué consiste ser enfermero de prisiones y, en el segundo, cómo acceder al cuerpo a través de oposiciones libres o bolsas de interinos. Así, los asistentes conocieron de primera mano cómo se estructura un centro penitenciario a nivel de recursos humanos, qué función tienen allí los sanitarios, cómo están jerarquizados y, en profundidad, el papel concreto de los enfermeros.
Condiciones laborales
Por otro lado, el enfermero profundizó en varios aspectos relacionados con las condiciones laborales de estos profesionales adscritos al Ministerio de Interior. Así, Guzmán ha explicado que “los asistentes salieron con la impresión de que el trabajo de Enfermería de instituciones penitenciarias tiene mejores condiciones de lo que están acostumbrados a conocer”.
También se reservó espacio para hablar de las principales problemáticas a las que se enfrentan estos profesionales y sus consecuencias. Entre ellas, Guzmán ha destacado la escasez de médicos que hay en la actualidad debido a las jubilaciones masivas en estos años anteriores y, en relación con ello, la falta de nuevas vocaciones en los médicos, que prefieren trabajar en un servicio de salud autonómico. “Eso lleva a que las enfermeras penitenciarias tengamos cada vez más carga y responsabilidad en nuestro trabajo, encontrando como única salida la transferencia de la Sanidad Penitenciaria a las Comunidades Autónomas”, ha explicado.
Al término del seminario del Colegio de Enfermería de Córdoba, numerosos asistentes manifestaron su intención de prepararse para afrontar estas oposiciones y trabajar como enfermero de Instituciones Penitenciarias.