ALICIA ALMENDROS.- Ante la incertidumbre ocasionada por la pandemia de COVID-19 y la necesidad de camas en el resto del hospital, las matronas del Hospital Infanta Elena de Valdemoro (Madrid) decidieron realizar una reestructuración del paritorio y convertirlo en un “Bunker” en tan solo 12 horas. “El objetivo final era de seguir acompañando a las gestantes con seguridad en su proceso del parto”, explica Laura Fuertes, matrona del Hospital Infanta Elena de Valdemoro (Madrid).
“La reestructuración se realizó habilitando la zona de dilatación, urgencias, consultas, despacho y almacén en habitaciones para el puerperio. Se cierra parte de la sala de espera de urgencias para evitar el paso y mantener el paritorio aislado, estableciendo una zona limpia para todas las gestantes y puérperas, y otra “sucia” para gestantes con COVID-19 positivo o sospecha”, comenta Ruth Nieto, matrona del Hospital Infanta Elena de Valdemoro (Madrid). “Además, con la idea de transmitir tranquilidad y una visión más positiva en este momento tan esperado, se decora el paritorio con un arcoíris de mariposas, y un mural de huellas en tréboles de 4 hojas de los niños nacidos en esta pandemia”, añade Nieto.
Y es que, dada la emergencia sanitaria generada y el escenario permanentemente en cambio vinculado a ella, el hospital tuvo que adaptarse a la nueva situación de forma continuada para garantizar el derecho de accesibilidad a la asistencia en condiciones de igualdad, sin pérdida de la humanización en los cuidados. Un reto complejo con numerosas incógnitas, dificultades y condicionantes, como las propias infraestructuras del centro, y en el que, pese a todo, la totalidad del personal del hospital se volcó para alcanzarlo. “Las matronas hemos seguido dando nuestro apoyo, acompañamiento e informando a las gestantes ante sus dudas en estos días, transmitiendo tranquilidad. Se ofrece el servicio de continuidad asistencial en el puerperio, para evitar el número de contactos, con la posibilidad de alta precoz, disminuyendo las horas de ingreso en el hospital. Así mismo, tras el alta precoz, se realiza una consulta de revisión a las 48 horas del parto con el mismo personal”, argumenta Fuertes.
Acompañante
Aunque en algunos hospitales las mujeres han tenido que dar a luz sin ningún acompañante, en el Hospital Infanta Elena no ha sido así. “Desde el primer momento, damos la posibilidad de un acompañante durante este proceso. Para evitar contagios, el acompañante tampoco podía salir del “bunker paritorio”, facilitando las dietas, informándoles previamente para que trajeran todo lo necesario para su estancia en el hospital. Eso sí, acompañante no debe tener sospecha o ser positivo en COVID-19 en el momento de ingreso o 15 días previos”, puntualiza Nieto.
Al realizar la reorganización del “bunker paritorio”, se crea un circuito cerrado para evitar entradas o salidas de este. “Tanto nuestro personal, como posibles acompañantes no podían entrar ni salir del paritorio para evitar contagios. El personal tomaba todas las medidas de protección oportunas establecidas por el hospital”, resalta Fuertes
Estas últimas semanas no han sido fáciles para nadie. Las matronas tuvieron que dar un giro de 180 grados para adaptarse a la nueva situación. “Al principio había mucha incertidumbre ante la situación y atención al parto. El nuevo “uniforme” no transmitía tanta cercanía, pero nos hemos volcado para que, en ese día tan especial, los protagonistas fueran la madre y el bebé. Era fácil percibir la preocupación en el ambiente, pero no queríamos hacerles llegar nuestra incertidumbre”, argumenta Nieto
Ahora con la desescalada y la vuelta hacia la “nueva normalidad” continúan con las medidas de protección para garantizar la seguridad de las gestantes. “Al ingreso se les realiza la PCR para coronavirus y tras le parto, las puérperas con resultado negativo acuden a la planta de obstetricia considerada libre de COVID-19”, cuenta Fuertes.
Las recomendaciones generales que se dan a las embarazadas antes y después del parto son evitar contacto con personas sospechosas, uso de mascarilla y lavado de manos. “Y, sobre todo recordamos que deben continuar con su seguimiento y control del embarazo para asegurar el bienestar de este. Es importante que conecten con su bebé y disfruten de esta etapa, manteniendo un embarazo activo”, finalizan las dos matronas.
Además, las matronas de este hospital han escrito un texto que refleja de manera clara cómo han vivido estas últimas semanas en el paritorio:
ACOMPAÑANDO TU PARTO EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS (I)
Hoy empieza un nuevo día en el hospital, desde que esta situación empezó, el ambiente no es el mismo, y es fácil percibir esa sensación de miedos, preocupación, estrés… Nos avisan desde urgencias de que acude una mujer embarazada de 39 semanas que siente contracciones regulares. Y entonces, llegas tú, en ese día tan especial, tan esperado, ese día que has tratado de visualizar miles de veces, 9 meses de preparación, en las que has imaginado de todo, menos que tu bebé nacería en este estado de alarma sanitaria. Me presento y te explico nuestro nuevo protocolo hospitalario, quizás no era lo que habías planeado. Pero estaremos juntas🤲🏼 Entiendo tu preocupación, y dentro de mí también esta… pues llevo un traje de batalla que no es el adecuado, quiero estar más cerca de ti, pero no quiero hacerte llegar mis incertidumbres, porque hoy la protagonista eres TÚ. Iniciamos la exploración, 5 cm de dilatación, ¡estás de parto! Ingresas acompañada de tu pareja. Una hora más tarde decides ponerte la epidural tras un control y una ducha con agua caliente que te ha ayudado a relajarte en este tiempo. En la siguiente exploración ya estás de 10 cm, dilatación completa ¡Lo estás haciendo genial! ¡Al parecer este pequeño tiene muchas ganas de conoceros! Dos horas después comentas que tienes gran sensación de presión, un dato que me llena de alegría. Un poco más tarde refieres querer empujar… tenemos una muy buena noticia… ¡ya podemos verle! Y tras un poco más de esfuerzo… ¡Ya está aquí!, ya puedes sentir su cuerpo mojado, caliente y oír ese llanto de vida.
ACOMPAÑANDO TU PARTO EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS (II)
El bebé está contigo, no hay nadie con quien pueda estar mejor, desde lejos y aunque no te lo parezca, bajo el traje de astronauta, lo valoro y vigilo. Corroboró que está perfectamente adaptado, vigoroso, te pido que lo mantengas calentito…. sé que lo harás porque no tienes ninguna intención de separarlo de ti ¡Este niño ha nacido con mucha fuerza!, sabe que no son tiempos fáciles… Puedo ver en tu mirada, tu cara de felicidad, pero a la vez con mil dudas. ¡Qué impotencia no poder besarle! Es normal sentirte así, pero a veces las cosas vienen sin que nosotros las elijamos y no podemos cambiarlas. Te explico que tu bebé tiene todo lo que necesita, y esa eres TÚ🤱🏼 Una mascarilla no va a separaros, no va a cambiar ese vínculo. Veo como caen tus lágrimas… Me encantaría tanto poder abrazarte a mí también que al final te abrazo. Me da igual este traje, porque soy persona y porque quiero acompañarte. Salgo de la habitación, acabo llorando yo también. Suerte que tengo grandes compañeras que tienen las palabras adecuadas para ese momento. Me lavo la cara, y vuelvo a entrar con mi mejor sonrisa. Hablamos de cómo te gustaría compartir esto con tus familiares, que le conozcan, pero sabes que ahora mismo no es posible. Trataremos de darle la vuelta y pensar que estos días os vendrán muy bien para descansar… y haremos uso de las tecnologías que ahora tanto nos acercan. Tu bebé ha nacido en tiempos de guerra, pero os tiene a vosotros, sus padres. Y esta situación no debe impedir disfrutar de esta nueva etapa tan única, tan especial. Me despido de ti, mi guardia ha terminado.