RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS.- Si el día a día de los niños y adolescentes que viven en centros de acogida en España es una realidad desconocida por gran parte de la sociedad, aún lo son más las posibilidades que esta puede brindarles a través del acogimiento familiar. Con el objetivo de promover la acogida, especialmente cuando se trata de niños o adolescentes que tienen necesidades especiales o presentan enfermedades raras, el Consejo General de Enfermería en colaboración con el Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid han celebrado las primeras “Jornadas Nacionales Enfermería y Niños atendidos por el sistema de protección”, un encuentro que ha contado también con la colaboración de la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER) y el apoyo de la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid.
Compromiso
Esta jornada es una muestra del compromiso del Consejo General de Enfermería con el bienestar de los niños y adolescentes que viven en centros de acogida, un compromiso que se materializó hace tres años con la puesta en marcha de la iniciativa AcogER Plus Enfermera, extensión del proyecto de acogimiento de menores con Enfermedades Raras desarrollado por FEDER. Su objetivo es promover la acogida de estos niños entre las enfermeras y enfermeros ya que, más allá de proporcionarles un hogar, su conocimiento y experiencia son un valor añadido en estos casos.
Precisamente el proyecto AcogER ha sido el germen de esta jornada. Así lo ha explicado Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería, durante su intervención en este encuentro: “el proyecto nace de la colaboración con el Hospital Niño Jesús, a cuyo director de enfermería, Ignacio Garbisu, agradezco enormemente su esfuerzo, y FEDER, con la que ya venimos trabajando hace años en el programa AcogER Plus Enfermera. Y ha sido a partir de esa colaboración de la que surgió la posibilidad de hacer una jornada específica para enfermeras y otros profesionales sanitarios que sensibilizara y concienciara de la importancia que tenemos como profesiones sanitarias para ayudar a estos niños y niñas que necesitan adopción y acogimiento”.
Tanto el Consejo como FEDER están muy satisfechos con el proyecto y es que desde que se pusiera en marcha más de 30 familias enfermeras han dado el primer paso para acoger a uno de estos niños. Como señala Carmen Murillo Dávila, responsable del Área de Inclusión de FEDER, “quizás 30 familias pueda parecer una cifra pequeña, pero no lo es. Debemos tener en cuenta que se trata de menores que tienen un diagnóstico de una enfermedad rara o que ni siquiera tienen diagnóstico, con todo lo que ello conllevo. Eso nos reafirma en que el colectivo diana enfermero es clave para poder realizar estos acogimientos familiares. Para nosotros, estas cifras son un éxito y queremos seguir avanzando y ampliando este número”.
Primer paso: planteárselo
En esta línea, el secretario general del Consejo se ha dirigido a sus compañeros para que “valoren y piensen la posibilidad de hacer acogimiento o adopción de niños que tienen enfermedades raras porque no tienen hogar, no tienen familia, tienen una enfermedad poco frecuente y lo que necesitan es cariño y amor. Los profesionales sanitarios en general, y las enfermeras y enfermeros en particular, estamos en una posición de privilegio para poder hacer esa labor social”.
Además, ha añadido, “el tiempo que dedicas a estos niños, te lo devuelven con creces. Lo que tú recibes es tres veces más de lo que puedes darles porque son niños especiales. Debemos apoyar esta causa”.
Doble vertiente
Por su parte, Ignacio Garbisu ha destacado la doble aportación de las enfermeras en este ámbito, de un lado, “la detección y valoración de situaciones que son subsidiarias de acogimiento” desde sus consultas y de otro “que sean ellas quienes, en sus familias, den el paso para acoger a uno de estos niños”. Esto, ha añadido, “aporta seguridad a los niños, tanto física como mental”.
Residencias de acogida
Otro de los temas sobre los que ha tratado la jornada ha sido el de la situación y necesidades en salud de los menores que viven en centros como el de la Residencia Infantil Las Rosas de Madrid, donde trabaja el enfermero Joaquín Esteban Gómez, invitado también al encuentro. Como ha explicado, el perfil de los niños que está aquí, actualmente 33, es muy heterogéneo tanto en edad, que va desde los 3 a los 18 años, como a situación; así, hay desde grandes prematuros a aquellos que presentan una enfermedad rara o los que tienen una discapacidad. Además, ha añadido, están los problemas de salud mental que, ha asegurado, en los últimos años se han incrementado dentro de este colectivo, especialmente en los más pequeños, y aquellos que tienen una enfermedad grave que imposibilita el cuidado en sus domicilios.
Sin embargo, no todos estos niños pueden ser acogidos. “Según la ley -ha señalado- todos los menores de 6 años deberían poder salir en acogimiento familiar, pero es cierto que se tienen en cuenta las circunstancias de cada caso y que pueden ser muy complejas. Lo que buscamos es siempre lo mejor para el niño”. En general, ha añadido, “se recurre a la acogida cuando se ve que no va a haber un reingreso temprano en su familia. Esa es siempre la primera opción, que puedan volver con su familia, pero cuando vemos que eso no es posible, en lugar de prolongar su estancia en la residencia, intentamos que haya un acogimiento familiar donde el ambiente va a ser más cariñoso y la atención más individualizada”.
Testimonio
El encuentro ha contado también con el testimonio del enfermero Pablo Rull Bravo, del Hospital Universitario Puerta de Hierro, que junto a su mujer tienen cuatro hijos en adopción. Rull ha explicado que si bien en su caso sus hijos no tienen ninguna enfermedad poco frecuente, estuvieron abiertos a esa posibilidad durante todo el proceso porque “creemos que ser enfermero facilita el entender la enfermedad no como algo dramático sino como algo que forma parte de la vida, que se puede integrar en el día a día y que no debe limitarnos”. “La adopción te aporta una alegría exactamente igual a la de cualquier padre biológico y en nuestro caso es una alegría multiplicada por cuatro”, ha señalado Rull.
Problema creciente
Actualmente, se estima que unos 45.000 niños en nuestro país son atendidos por el sistema de protección a la infancia fuera de su ámbito familiar; de ellos, dos tercios disfrutan del acogimiento familiar, mientras el resto vive su día a día en centros específicos. Esta situación, ha advertido José Antonio Díaz Huertas, pediatra experto en Pediatría Social y Protección a la Infancia y uno de los impulsores de la jornada, “es una problemática que va a más. Cada vez son más niños los que tienen dificultades y tiene que atender el sistema de protección. Por ello, la implicación de la enfermería, con esa visión que tiene de los cuidados, es cada vez más necesaria, sobre todo cuando presentan alguna enfermedad o necesidad especial”.
La parte buena, ha concluido el especialista, es que “gracias a proyectos como este en el que contamos con el Consejo General de Enfermería, con FEDER y con el Hospital Niño Jesús, vemos un incremento de la sensibilidad hacia estas situaciones. Este era un tema sobre el que antes no se hablaba nada y ahora sí se habla”. Un primer paso, el de visibilizar y sensibilizar, fundamental para llegar a todas aquellas familias, enfermeras o no, que puedan plantearse acoger en su hogar a uno de estos niños.
Un Comentario
Rosario
Buenos días, yo también soy enfermera y me gustaría hacer un comentario sobre este artículo.
Antes de nada mostrarles mi respeto y felicitarles por esa gran labor ejercida en los Centros de Protección a la Infancia y sobre todo con niños que tienen necesidades especiales.
Mi comentario es para crear una alerta, y me explico. He tenido en mi familia un caso con un menor que fue separado de su familia por situación de desamparo de una manera totalmente negligente y, por supuesto, sin que esa situación de desamparo fuera real. A raíz de semejante despropósito empezó nuestra peregrinación por las distintas administraciones para intentar deshacer esa, mal llamada, situación de desamparo. Llevamos cinco meses luchando sin que hasta la fecha hayamos conseguido que el niño vuelva con su familia. Con todo esto nadie ha pensado en el niño que de la noche a la mañana se ha visto separado de su familia sin ninguna razón.
Mi alerta es la siguiente: Les agradecería que si tienen la más leve sospecha de que esto ocurre en cualquiera de sus centros no se queden callados y hagan como que no pasa nada. Porque eso han hecho los trabajadores de las administraciones a las que hemos recurrido. Además, investigando hemos descubierto que hay muchas más familias en nuestra misma situación por toda España.
Muchas gracias. Un saludo